El conjunto vasco rentabilizó las ocasiones que tuvo, de cinco disparos, cuatro se transformaron en gol, por su parte el Real Valladolid tuvo infinidad de ocasiones, incluso más que en otros partidos, pero la falta de acierto, varios errores de Masip y la falta de entendimiento de Masip y Salisú dejaron escapar la victoria. Esta derrota deja a los blanquivioletas a cuatro puntos del descenso.

En la primera parte, los locales apostaron por jugar con tres centrales y dos laterales largos, por ello, Sergio González sacó a Nacho y Pedro Porro por Moyano y Raúl García, y Garitano hizo rotaciones por su partido en copa, con grandes ausencias como Muniain que salió en la segunda parte, aunque no se notaron, ya que el Valladolid puso el fútbol y los leones los goles, en el minuto dos y medio los de Garitano se pusieron por delante, tras una falta innecesaria, Unai López la mandó para dentro, Masip tocó, pero no consiguió detenerla.

El conjunto blanquivioleta no se vino abajo, siguió peleando y tuvo varias ocasiones, tanto por dentro como por fuera, pero sin conseguir rematar, tuvieron varias ocasiones claras, dos de Enes Unal que estaba solo frente al portero, y varias de Joaquín, Sandro o Salisú. Pero cuando el Valladolid lo seguía intentando, en una segunda jugada, Yuri puso un centro desde la izquierda, no salió Masip y Raúl García cabeceó completamente solo. Un jarro de agua fría para los pucelanos que veían que tenían la posesión, pero el Athletic de dos disparos les había creado dos goles. A pesar de ello los locales lo siguieron intentando, sin acierto y se fueron al descanso 0-2 en el marcador.

Ya en la segunda parte, el técnico del Real Valladolid apostó por Hervías y quitó a un centrocampista Míchel, la salida del riojano fue un soplo de aire para los pucelanos ya que empujó al equipo, que dominaba en ese tramo de partido, tuvieron más de diez ocasiones claras en las botas de Unal, Sandro, Salisú y el propio Hervías de falta en la que intervino Unai Simón.

El Real Valladolid se volcó y llegaba en oleadas a él área rojilla, hasta que en el minuto 76, Sandro disparó tras una jugada personal y puso la emoción y la ilusión en el estadio José Zorrilla que con 1-2 y con su equipo volcado volvía a creer. También pudimos ver a Ben Arfa que volvió a tener los diez últimos minutos del encuentro, aunque no intervino mucho en el juego y que no se le vio del todo cómodo en el terreno de juego. Los locales seguían aprentando, pero en una contra bilbaína, Williams, que el más listo de la clase, se aprovechó de una falta de entendimiento entre Salisú y Masip y colocó el 1-3 en el marcador, dejando mudo al José Zorrilla y enloqueciendo a los 800 aficionados rojiblancos que acudieron a ver el encuentro.

Con el Real Valladolid derrotado en el 93, Iñigo Córdoba hizo el 1-4 que dio la victoria a domicilio a los leones tras tres meses y medio sin conseguirla. A pesar de jugar entre semana y conseguir su clasificación en la final de la copa del rey, el equipo tuvo mucha efectividad y de cinco ocasiones anotó cuatro. Sin embargo, los blanquivioletas pierden la oportunidad de alejarse de los puestos de descenso y se queda con 29 puntos a tan sólo cuatro del descenso, a pesar de que creó ocasiones muy claras de gol, no pudo sacar nada positivo del encuentro.

En la próxima jornada viajará a Leganés y la siguiente recibirá al Celta de Vigo en su feudo, dos finales donde será vital puntuar.