Como Máximo Décimo Meridio antes de librar su última batalla, como los 300 antes de luchar en la Batalla de las Termópilas, como los reinos cristianos tras aguantar agónicamente en las regiones montañosas del País Vasco la invasión musulmana.

El Atlético de Madrid supo aguantar durante 90 minutos a un Liverpool incesante, con ataques permanentes, por derecha, por izquierda, de jugada combinatoria, a balón parado, como fuese. Este equipo es el mejor del mundo en esto, son un martillo pilón, te arrinconan, te preparan para ir al paredón y te ametrallan. Son los mejores en esto pero como dijo Simeone no hace mucho, 'no ganan los mejores, ganan los que estratégicamente juegan mejor'. Y en eso, fueron los atléticos.

  • Broncano, esta es la verdadera Resistencia

Si la clave en este partido está en algún lado es en la resistencia atlética durante los 90 minutos, el desgaste que realizaron los scousers en ese periodo fue extenuante, continuos ataques que terminaron por resolver la defensa atlética y un gigante esloveno llamado Oblak.

Mención aparte la del meta colchonero, es absolutamente surrealista lo de Jan. Por arriba, de reflejos, por abajo, en parado, a pie cambiado, es el mejor portero del mundo y cada partido se reivindica. En nueve acciones clave intervino. De verdad, para reflexionar la salvajada de a quien los atléticos llaman Don Jan Oblak.

Una primera parte en la que no se acobardaron ninguno de los dos equipos, ambos jugaron sus partidos: el Liverpool con ataques intermitentes y el Atleti esperando alguna contra. Cuando parecía que se iban a ir con 0-0 al descanso, la enésima incursión de "the OX", a la espalda de Lodi, provocó un centro que 'Gini' Wijnaldum cabeceó a las mallas de Oblak. 1-0 y eliminatoria empatada para el Liverpool.

Un vendaval que nadie salvo el Atleti soporta

Segunda parte y guión parecido, pero más extremo. El Liverpool olía sangre y el Atleti tras la sustitución de Costa por Llorente y perder la referencia atacante arriba, se parecía más a un frontón que a un equipo de fútbol. Desde el minuto 70 el partido pedía la entrada de Morata para ocupar el hueco dejado por el hispanobrasileño, sin embargo Simeone no lo metería en ningún momento. Tocaba ponerse el mono de trabajo, remangarse y luchar cada balón como si fuera el último.

Tras tropecientas llegadas 'reds', un palo e incontables intervenciones de Jan Oblak, llegaba el último minuto de partido. Falta a favor del Atleti, centra Lodi, Saúl cabecea... y ¡fol! ¿Pero acaso creen que esto es así de fácil? ¡Que es el Atleti! ¡Que aquí se sufre siempre! Gol anulado por claro fuera de juego. Pues nada. Prórroga.

  • Los 30 minutos más largos de la historia

Llegaba la prórroga y el Liverpool cada vez más asomado al área atlética... pero más vulnerable atrás. Algo normal, cuantos más jugadores tengas atacando más huecos habrá en tus espaldas y menos defensores. Sabedor de esto Simeone, así se lo transmitió a los jugadores. Calma, iba a llegar su momento.

Cuatro minutos le bastaron al Liverpool para poner el 2-0 en el luminoso tras un cabezazo de Firmino rematado al palo, cuyo rechace le cae en los pies al mismo 'Bobby' para mandarla a la red.

Y llegó la resurrección

Sin embargo los colchoneros sabían que tenían el mismo objetivo que al empezar la prórroga: marcar un gol. Así se lo hizo transmitir Koke al equipo: "Vamos, dale, es un gol", gritaba animando a sus compañeros.

Ahí se equivocó el capitán, pues no fueron uno, sino dos los que metió Marcos Llorente en la portería de un Adrián San Miguel desafortunado en la fría noche de Anfield. El primero tras un error en la entrega del meta que intercepta João Felix, que asiste a Marcos Llorente para que defina como si de un delantero centro se tratara.

Morata al campo por un João exhausto. El segundo gol de Llorente viene tras un carrerón de Morata, al que la defensa del Liverpool no termina de acompañar a la hora de bajar a defender, lo que provoca que el exmadridista asista a otro exmadridista como Marcos, que volvería a definir como si fuera un atacante. 2-2 y la afición del Atlético, soñando. 

Finalmente le dio la puntilla a los 'Reds' un Álvaro Morata renqueante de su lesión en el glúteo (de ahí que Simeone lo reservara hasta el final) la cual tuvo presencia en la carrera medio-cojeando que realizó tras asistencia de Llorente para marcar el tercer gol y sellar el pase a cuartos de un equipo que nunca se rinde.

Puede gustar más o menos, pero respeto al Atleti

Puede que no sea el más vistoso, ni el que mejores jugadores tenga, ni el que mayor calidad atesore en la plantilla, pero si amas el fútbol debes respetar a este equipo que supera la lógica de un deporte que no la tiene.

Esta es la historia de un grupo que no se rinde, que lucha a contracorriente contra todos los problemas que le puede poner el destino, como aquel día soleado en Barcelona cuando caen lesionados Arda y Costa jugándose la liga en la última jornada, como cuando tras 18 años sin ganar al eterno rival empiezan perdiendo una final de Copa del Rey contra ellos, como aquella noche en Múnich o aquella otra en Stamford Bridge.

Este equipo es el ejemplo al que todos debemos aferrarnos, vayan las cosas bien o mal. Es la clara muestra de cómo con trabajo, esfuerzo, compañerismo y sacrificio se pueden lograr las cosas. A veces no saldrán, pero no has de desviarte del camino.

Que nadie le diga a nadie que no es capaz de hacer algo, porque probablemente ni esa persona lo sepa. Los hechos siempre pesarán más que las palabras.

El Club Atlético de Madrid está en cuartos de final de Champions League ganando al vigente campeón, pero lo más importante es la Liga. Partido a partido. Próximo objetivo: San Mamés, el domingo a las 16:00h.