Los progresos no son constantes. Que se lo digan a Samu Chukwueze, que ha visto cómo ha pasado de ser titular la temporada pasada siendo una de las revelaciones del curso, a pasar esta temporada sin pena ni gloria.

Su evolución se ha visto estancada y no está teniendo el protagonismo que esperaba. Pocas veces ha partido de inicio y no está contando mucho para Calleja. Cuánto menos, extraña la situación del nigeriano.

Una de las causas del porqué de la situación del joven extremo, es el bajo rendimiento que está dando en los partidos. No es ese Samu que rompió los esquemas el año pasado, que llegó dejando su huella y marcando terreno. Los aficionados de cualquier equipo se quedaron pasmados viendo la calidad que atesoraba (y atesora aún) en sus botas y, sobre todo, porque se echó el equipo a sus espaldas cuando el submarino estaba en la cuerda floja.

¿Qué le pasa a Samu? El jugador groguet ha visto cómo el foco de protagonismo se lo han llevado otros jugadores. Hemos observado cómo Moi Gómez es titularísimo ahora mismo y le ha comido la tostada al nigeriano.

¿Los rivales ya conocen el truco de Chukwueze, su arma secreta? Desgraciadamente para los intereses amarillos, parece que sí. La realidad es que el nigeriano es muy previsible; siempre utiliza el mismo recurso y los adversarios saben de antemano lo que va a hacer. Inicia la jugada desde la banda derecha, hace un cambio de sentido rápido para zafarse del rival, llega al balcón del área y ejecuta el disparo. Acción muy típica de una leyenda como es Robben.

En esta temporada, pocas jugadas calcadas a esa le han salido con éxito al jugador del Villarreal. En el actual curso, Chukwueze ha disputado 26 jornadas ligueras en los que ha anotado 8 tantos. Por su parte, en Copa del Rey, en la que el submarino llegó hasta cuartos de final donde fue eliminado por el Mirandés, el nigeriano anotó un solitario gol en Girona, donde su equipo venció (0-3).

En la anterior temporada, 2018-19, Samu debutó en un partido de Europa League, frente al Rangers, el 20 de septiembre de 2018. Anotó su primer gol con la camiseta amarilla del primer equipo frente a la U.D Almería en Copa del Rey.

En La Liga, el 11 de noviembre de 2018, marcó su primer tanto, en Vallecas contra el Rayo Vallecano (2-2).

El año que debutó fue fundamental para el equipo. Prácticamente, todos los encuentros partió de inicio y fue una de las razones de la salvación agónica del Villarreal. Sus individualidades, combinaciones, regates y goles llevaron al equipo groguet a conseguir la permanencia.

Recordamos que Samu venía de cuajar una buena temporada con el filial amarillo. A destacar, una jugada ‘maradoniana’ contra el Athletic ‘B’. Regateando como si nada a las promesas bilbaínas. ¡Hasta 6 rivales! Llevaba el balón cosido a la bota. Jugada para quitarse el sombrero.

Esa fue la primera pincelada de calidad que iba a dejar Chukwueze. Un diamante en bruto que aún estaba por pulir. Ese partido en San Mamés fue el punto de partida de la carrera de la joven promesa. A punto de cumplir los 19 años, ya apuntaba maneras y tenía todas las aptitudes para ser una estrella.

Cuando hemos visto su mejor versión este año, ha sido a partir de las segundas partes; como revulsivo, aprovechando el cansancio de las zagas rivales genera una sangría mayor de goles y ocasiones. Este Samu está lejos de ser el de la temporada de su debut en 1ª división.

¿Falta de minutos? ¿Falta de confianza? ¿Necesita más protagonismo? No somos sabedores de ello. Lo que está claro es que si el Villarreal quiere lograr el objetivo que se marcó en septiembre, deberá recuperar a Samu para la causa. Un jugador con un potencial impresionante; que no está pasando por su mejor momento, futbolísticamente hablando, pero que si vuelve a la cúspide de su estado de forma, será una estrella en el futuro, y podríamos decir, también en el presente.