La suerte no aparece sin motivo. Uno ha de ser pesado una y otra vez para que un día se cruce en su camino. Para todo niño que sueña con llegar un día a Primera División no hay aspecto más tozudo para que la fortuna llame en algún momento de su carrera deportiva a su puerta que la persistencia. Trabajar sin rechistar, y una pizca de suerte, pueden hacer que todo joven que soñaba con verse en los álbumes de cromos abra un día un sobre y lea con orgullo y una sonrisa de oreja a oreja su nombre en el último cromo del paquete, ese cromo que siempre está colocado al revés.

“Aven” leería el protagonista de este artículo si una buena mañana se dirige a un kiosco de la ciudad nazarí, compra un paquete de sobres que coleccionaba cuando estaba en el colegio, y se encontrara con su cromo en la última posición del sobre. Carlos Neva Tey nació hace 23 años en una de las provincias españolas con más arte, Cádiz. Natural del Puerto de Santa María, dio sus primeras patadas al balón en el Recreativo Club Portuense de su localidad natal, pero pronto hizo las maletas rumbo a Valdebebas para enrolarse en las filas de uno de los clubes más grandes del planeta fútbol, el Real Madrid. Lo que inició siendo la realización de un sueño por parte de Neva, acabaría meses después siendo una auténtica pesadilla.

Un gesto indigno por parte de la entidad blanca

Hace poco más de seis años, en febrero de 2014, el Real Madrid oficializa el fichaje de Carlos Neva para el Juvenil B del conjunto madridista, procedente del Recreativo Club Portuense. Un paso de gigante en la carrera de un adolescente que pasó de jugar en el equipo del pueblo con sus amigos a hacerlo en Valdebebas, junto a los mejores futbolistas nacionales de su generación.

Cuatro meses de competición sirvieron para que Neva consiguiera su primera liga como canterano madridista, y se ganara, a priori, un puesto en el Juvenil A para la temporada 2014-15. Una decisión que así se la hicieron saber en el mes de junio, cuando se marchó de vuelta al Puerto de Santa María para disfrutar de las vacaciones junto a su familia. Una vuelta que tuvo lugar a finales de julio con el inicio de los entrenamientos del primer juvenil del Real Madrid. Tres semanas después, el nuevo director de la cantera blanca comunicaba al futbolista y a su club de procedencia que Carlos Neva no continuaría como futbolista del club blanco. Un revés que dejaba al portuense sin equipo a finales del mes de agosto.

Vuelta al sur para acabar la etapa juvenil

Su prematura salida del conjunto blanco fue una complicación con la que Neva no contaba, pero afortunadamente pudo recalar en las filas del Juvenil A de otro importante club a nivel nacional, el Sevilla FC. Dos años estuvo el portuense en la entidad hispalense en las que, además de formar parte del juvenil sevillista, disputó 35 partidos en la temporada 2015-16 en el segundo filial del club, el Sevilla C. Dos temporadas que pusieron punto y final a una nueva etapa en otro club profesional para Carlitos Neva. La vida y el fútbol volvían a poner una piedra en su camino a la gloria.

El del Puerto de Santa María cambió Sevilla por Marbella para pisar por primera vez la categoría de bronce del fútbol español. Lo que parecía ser un paso adelante por estar ya a las puertas del fútbol profesional, acabó siendo un curso complicado. Neva pugnaba en el flanco zurdo con un compañero con mayor veteranía y experiencia en Segunda B, Andrés Sánchez, aspecto que relegó al portuense a esperar su oportunidad desde el banco y acabar la temporada con quince apariciones con la camiseta del conjunto marbellí.

El eterno luchador llegó al club de la eterna lucha

Tras una temporada con poca participación en el Marbella, Carlitos Neva tomó la decisión que le ha abierto la puerta de par en par del  fútbol profesional: recalar en el Granada CF. Pese a su juventud y poca experiencia en la categoría de bronce, Neva consiguió pronto hacerse con un puesto en el once del Recreativo Granada durante las dos temporadas que recaló en él. Hasta aquí la suerte le había dado la espalda durante toda su carrera al portuense, pero en la ciudad nazarí eso empezaría a cambiar.

Pese a que ningún jugador desea que un compañero se lesione, la baja de Álex Martínez en el primer equipo de la entidad rojiblanca empezó a enseñarle el camino que le depararía la vida en unos meses a Neva. Diego Martínez premió su buen hacer con el filial, le citó en los entrenamientos con los mayores y le hizo partícipe de la fiesta del ascenso del Granada CF en el Nuevo Los Cármenes ante el Alcorcón. Media hora le bastó a Neva para poner encima de la mesa su carta de presentación a una afición que, sin saberlo, estaba viendo por primera vez al lateral zurdo titular del equipo en el año del regreso a la élite.

La pretemporada convenció a Diego

Carlitos Neva fue uno de los futbolistas del filial citados para iniciar la pretemporada con el primer equipo. Las prestaciones mostradas por el defensor zurdo en los amistosos convencieron al técnico gallego. El eterno luchador se ganó a pulso formar parte de la primera plantilla, y así lo oficializó el club en los últimos meses de verano. La llegada de Köibasy pudo trastocar los planes de Neva, ya que a priori partía como cuarto lateral zurdo tras Álex Martínez, Quini y el turco, pero la constancia y la fortuna se aliaron al fin con el portuense en su primera temporada como futbolista de Primera División.

Las lesiones de Álex Martínez y Quini, y la poca confianza en Köibasy, dieron la oportunidad a Neva de realizar el sueño de todo niño, debutar en Primera. Y vaya debut. Neva tuvo que ponerse el mono de trabajo para parar las cometidas de todo un campeón del mundo. Y así lo hizo. Secó por completo a Antoine Griezmann en el flamante triunfo del Granada CF en el Nuevo Los Cármenes frente al Barcelona por 2-0, como si de un veterano curtido en mil batallas se tratara.

La rapidez, intensidad y su gran vocación ofensiva, aportando llegadas más que interesantes a tres cuartos de campo, han asentado al joven niño que daba patadas al balón por las calles del Puerto de Santa María en todo un Granada CF. ¡Y qué Granada! Neva se ha hecho un nombre en mayúsculas en el mejor equipo de la historia reciente del club rojiblanco a base de trabajo, esfuerzo, suerte y perseverancia.

Porque Carlos Neva recibió durante su adolescencia duros reveses que en cualquier otro podrían haber afectado mentalmente, pero que en Neva han servido para coger impulso y llegar a la élite para quedarse. En el Puerto de Santa María, los niños tienen un nuevo referente, tras Joaquín, en el que fijarse y sentirse orgullosos cada vez que vayan al kiosco y saquen el cromo de ese lateral zurdo que compraba paquetes de cromos en el mismo lugar hace poco más de una década.