Con La Liga Santander parada por completo con la situación que asola el país actualmente, los jugadores continúan ejercitándose en casa de la forma más optima posible para que, en el momento en el que regrese el campeonato liguero, puedan estar de una forma más o menos óptima que permita que la adaptación a la competición sea menos dura de lo que se espera, puesto que ya se habla de que los clubes tendrán que realizar pretemporada para afrontar con garantías las jornadas restantes en las que ni siquiera se saben cómo se van a plantear a día de hoy. Todo esto tras conocer las declaraciones de Rubiales y de la propia Liga, las cuales ya encomiendan las decisiones a las autoridades sanitarias para determinar cuál será la solución en todo esto.

Uno de los jugadores béticos que ha mostrado su trabajo desde casa es Andrés Guardado que, tras el esguince sufrido en el último partido que se pudo disputar ante el Real Madrid, ya evoluciona correctamente tras no haber podido trabajar con sus compañeros en la última semana de entrenamientos previa al parón por la pandemia. Además, el futbolista se ejercita junto a su hijo Maxi, por lo que muestra su mejor cara ante esta situación tan grotesca que está tocando vivir a toda la sociedad española.

Andrés Guardado ha disputado veintidós partidos con mil seiscientos nueve minutos jugados, donde ha proporcionado tres asistencias. El jugador mexicano ha sido un indiscutible a lo largo de toda la temporada, a pesar de no disputar algunos encuentros de esta campaña por la lesión muscular que le aquejó desde el veintiséis de enero hasta el quince de febrero.

El capitán sigue siendo una pieza clave en los esquemas de Rubi, puesto que da un peso en el centro del campo que permite que el equipo mantenga su fluidez en el juego, a pesar de la mediocre temporada del Betis.