El charrúa, como futbolista, tenía carácter, humildad y sacrificio, mucho sacrificio. 

Desde su llegada al conjunto costasoleño, el uruguayo conectó con la afición de una manera descomunal. No tenía técnica ni habilidad, pero lo remediaba todo con su mentalidad ganadora y un físico envidiado por todos para jugar al fútbol. Era una autentica bestia capaz de rematar balones imposibles. Sabía incordiar como nadie a sus defensores utilizando la picaresca como el mismo ex jugador define. Sus compañeros no le buscaron apodo futbolístico más allá de 'El Negro' ,de manera cariñosa, pero en el Cagliari italiano en el que militó antes del Espanyol, se le colocó el apodo de 'sa pibinca', una expresión italiana similar a molesto, por su intensidad y constancia en el ataque.

La contra a todo lo bueno de Darío, era que le gustaba salir de fiesta después de cada partido además de entrenar poco. Pero eso sí, salía al campo los domingos y lo bordaba, Darío Silva levantaba al público de sus asientos con su garra y pelea. Nunca daba un balón por perdido, jamás se arrugaba con los grandes.    Incluso el propio ex jugador declaraba a los medios, que en un partido contra el Sevilla, después de que el icono malaguista Joaquin Peiró, ya fallecido, le dijese que no contaba con él para ese partido y donde Dely Valdés sería el titular. Darío Silva se fue de fiesta hasta las siete de la mañana y cuando regresó al hotel se encontró que su compañero de ataque se encontraba con fiebre, y este, tuvo que jugar de titular. Darío Silva marcó dos goles en ese partido al Sevilla

Trayectoria

Darío Silva / Foto: EFE
Darío Silva / Foto: EFE

Debray Darío Silva Pereira nació un 2 de noviembre de 1972 en Treinta y Tres (Uruguay). Formado en el Defensor Sporting, firmó por el Peñarol de Montevideo jugando dos años antes de fichar por el Cagliari. Con el club italiano logró en 1995 el ascenso a la Serie A, donde permanecería hasta 1998, con una breve cesión a su anterior equipo, el Peñarol. En el verano de 1998 ficha por el RCD Espanyol. Tras una mala temporada en el conjunto perico,  en 1999, llega a un recién ascendido Málaga, debutante como Málaga CF en Primera División.

En el primer año, Darío Silva no tuvo muchas oportunidades de cara al gol, ya que por aquel entonces andaba un gran killer, llamado Catanha. El uruguayo no aflojó y cuando Catanha voló con su gaviota al Celta, Darío lo aprovechó. De hecho, el ex jugador declaró a los medios que se teñía el pelo para que nadie lo confundiera con el gran Catanha con quien tenía una sana rivalidad.

En su primera campaña anotó 4 goles en 23 partidos.

Donde encandiló al malaguismo fue en la siguiente temporada con su dupla atacante, el panameño Dely Valdés, formando así la histórica y  afamada ¨doble D¨. Esa temporada fue la mejor de Darío Silva como malaguista. Anotó 13 goles en 26 partidos y marcó el gol inolvidable al Valladolid en 8.1 segundos.

Darío jugó 100 partidos de Liga con el Málaga CF, marcando 36 goles, lo que le convierte en el 2º máximo goleador del Málaga CF en Primera División, sólo por detrás de su compañero de dupla, Dely Valdés. Los números totales de Darío Silva como jugador del Málaga CF fueron 115 partidos oficiales y 37 goles.

Después de ganar la intertoto en el año 2002, único trofeo europeo conseguido por el mejor Málaga CF de la historia, Darío Silva, fichó por el Sevilla en el año 2003. Al conjunto andaluz arribó como el gran fichaje de la temporada, pero, lamentablemente para él, desde ahí su carrera experimentaría un declive del cual nunca logró salir. En el Sevilla jugó en las temporadas 03/04 y 04/05, tras las que fue cedido al Portsmouth inglés, su último equipo. 

El accidente que cambió su vida

Acababa de dejar el Portsmouth inglés y había vuelto a su Uruguay natal para buscar un equipo. En 2006 comenzó su calvario, Silva decidió retirarse del fútbol por un pedido de su padre, quien le dijo que le quedaba poco tiempo de vida, y una noche de 2006 sufrió un impactante accidente automovilístico del que sobrevivió de milagro. Dario perdió el control de su camioneta y salió disparado del vehículo, para terminar chocando con un poste de luz. Ese día el atacante iba acompañado de otros dos futbolistas, Elbio Papa y Dardo Pereira, quienes resultaron completamente ilesos.

El diagnostico indicó una fractura grave en su pierna derecha y, debido a esto, los médicos optaron por amputar la parte inferior a la rodilla. 

Darío Silva nunca perdió la sonrisa y las ganas de vivir tras el accidente. Tardó poco en acomodarse a la prótesis con la que ahora hace una vida normal y le permitió recuperar la sonrisa y su espíritu bromista, de hecho, volvió a practicar remo, un deporte en el que había destacado de niño. 

En 2009 se disputó un partido en homenaje a Dario, entre viejas glorias de Argentina y Uruguay. Darío Silva participó en el encuentro pese a su pierna prostética, y marcó dos goles.

El ex jugador malacitano mediante una entrevista a una emisora uruguaya, en el 2019,  dejó claro sus ganas de volver al Málaga CF y desmintió  que su trabajo era el de mozo de una pizzeria en Málaga. La pizzeria es de un gran amigo suyo, según el ex atacante charrúa, se siente como en casa en dicha pizzeria.  Si bien es cierto, que su andadura económica no es la mejor. Dario aseguró al medio, que sus representantes le robaron todo lo que ganó y se siente traicionado por confiar en personas que él creía que trabajaban para él. 

Después de todo lo sufrido, a día de hoy, trabaja para la agencia de René Ramos hermano del afamado futbolista Sergio Ramos. Lo que más sueña es volver algún día al Málaga CF porque el uruguayo sigue sintiendo estos colores donde el mismo afirma, que estos colores le dieron  su único título internacional que posee.

Genio y figura, díscolo y generoso. Darío Silva dejó huella en Málaga donde le recuerdan con cariño y donde actualmente reside.