El FC Barcelona afrontaba la temporada 2014-15 con incertidumbre, después de la destitución de Tata Martino y de atravesar un año en el que no fue capaz de conquistar ningún título. Luis Enrique llegó para ser la pieza diferencial en el banquillo azulgrana. El técnico asturiano enseguida se amoldó al equipo y fue capaz de remontar el vuelo de un conjunto plagado de estrellas.

La plantilla del FC Barcelona contaba con uno de los ataques más mortíferos que se han visto en los últimos años en el panorama europeo: Messi-Suárez-Neymar, tridente catalogado como la MSN por todos los medios de comunicación y aficionados culés. Ese año los tres atacantes dejaron estadísticas para la historia, anotando un total de 122 goles entre los tres, y dejando actuaciones para el recuerdo, que hicieron de ese equipo un rodillo imparable para los rivales.

El inicio del camino hacia Berlín

El Barça arrancaría su andadura hacia la consecución de su última Champions en un grupo complicado, con PSG, Ajax y Apoel en el mismo. El primer encuentro que disputó el conjunto culé fue ante el Apoel en el Camp Nou, consiguiendo una victoria por la mínima (1-0) tras un solitario gol de Piqué.

Tan solo una jornada después, llegaría uno de los platos fuertes de la competición, el FC Barcelona visitaba el Parque de los príncipes, fortín del París Saint-Germain. El encuentro se saldó con un importante triunfo para el equipo francés por 3-2. El cuadro dirigido entonces por Laurent Blanc consiguió una victoria importante de cara a sus aspiraciones de liderar el grupo. El duelo ante los parisinos significó la primera derrota de la temporada para el conjunto dirigido por Luis Enrique.

Sin embargo, tras el batacazo ante el PSG, el Barça se rehízo y consiguió ganar por partida doble al AJax, primero en el Camp Nou por 3-1, y una jornada después, en Holanda (0-2). A falta de dos jornadas para finalizar la fase de grupos, el equipo que dirigía Luis Enrique era consciente de que debía hacerse con la victoria ante Apoel y PSG para acabar en primera posición en el grupo. Un 0-5 en Nicosia dejó a los culés a tan solo un triunfo del liderato, que se medirían al PSG en el último encuentro. El Barça se impuso, con una exhibición recordada en el Camp Nou ante los parisinos  (3-1), y selló el pase a los octavos de final como cabeza de serie.

El City, rival titánico en octavos

El reciente campeón de la Premier League iba a ser el rival del Barça de Luis Enrique en octavos de Final, después de que el equipo "blue" acabara en segunda posición en su grupo. El primer encuentro se disputó en el Etihad Stadium, terreno del Manchester City, y acabó con un resultado formidable para el FC Barcelona, 1-2. Suárez fue el protagonista del duelo, anotando un doblete en el primer tiempo del choque, más tarde, Agüero pondría el definitivo 1-2 con el que acabaría el encuentro.

El Barça consiguió una ventaja considerable gracias a los dos goles que anotó fuera de casa, que hicieron afrontar el duelo en el Camp Nou con un buen colchón. En Can Barça el conjunto local desplegó un fútbol magnífico y consiguió el pase a los cuartos de final de la Champions, tras un 1-0, obra de Rakitic. El partido pudo acabar con una goleada mayor, pero el guardameta inglés, Joe Hart, se encargó de evitarlo, con numerosas intervenciones de mucho mérito.

El PSG vuelve a cruzarse 

El conjunto azulgrana avanzó hacia los cuartos de final, y el caprichoso sorteo deparó, por segunda vez en la competición, un Barça-PSG. El equipo culé se llevó la victoria ante el conjunto de París por 1-3, en su último enfrentamiento de fase de grupos, sin embargo, en Francia el equipo sucumbió (3-2).

El encuentro de ida se disputó en el fortín del París Saint-Germain, que fue testigo de una exhibición de fútbol del conjunto azulgrana. El duelo se saldó con una victoria amplia para los visitantes (1-3), Neymar y Suárez, por partida doble, fueron los autores de los goles, y se encargaron de poner pie y medio en las semifinales de la Uefa Champions League. En el choque de vuelta en el Camp Nou el FC Barcelona jugó a placer durante los 90 minutos. Un doblete de Neymar en la primera mitad hizo que la eliminatoria quedara prácticamente sentenciada y el PSG se resignó a aguantar el resultado. El Barça había alcanzado las Semifinales.

Suárez celebrando un gol ante el PSG. Foto: Internationalbusinesstime.com
Suárez celebrando un gol ante el PSG. / Foto: Internationalbusinesstime.com

D10S apareció en la vuelta de Guardiola

El Bayern de Munich iba a ser el rival del FC Barcelona en las semifinales. La eliminatoria tenía cierto aroma a reencuentro: Pep Guardiola, técnico del Bayern entonces, volvía por primera vez a la que fue su casa, para enfrentarse al equipo con el que hizo historia.

Como en todas las citas importantes, y más tratándose de un reencuentro, Leo Messi no podía perderse la invitación para coronarse, una vez más, en el olimpo azulgrana. El 10 del Barça se encargó de finiquitar el encuentro de ida, disputado en el Camp Nou, en los últimos 15 minutos de partido, anotando un doblete y dando la asistencia del definitivo 3-0. El segundo tanto de Messi hizo enloquecer al Camp Nou, y no fue para menos, el argentino realizó una finta espectacular para dejar, literalmente, tirado en el suelo a Boateng, y seguidamente picó el balón por encima de Neuer, un gol de dimensiones estratosféricas. El último tanto del encuentro lo anotó Neymar, dejando una ventaja magnífica a los culés para afrontar la vuelta en el Allianz Arena. 

El encuentro de vuelta tuvo un guion distinto al del Camp Nou. El Bayern, consciente de que iba a necesitar una gesta para remontar, salió en tromba, a por un gol tempranero que le metiera de lleno en la eliminatoria. El conjunto alemán consiguió adelantarse en el electrónico mediante un gol de Benatia, sin embargo, Neymar, en dos ocasiones, acabó otorgando la ventaja al Barça antes del descanso. En la segunda mitad, el Bayern aprovechó un momento de desconexión del FC Barcelona para remontar el encuentro, y brindar una victoria a su afición para despedirse de la Champions (3-2). A pesar de la derrota, el Barça certificó el billete para la gran final de la Uefa Champions League, que se disputaría en Berlín.

De Berlín al cielo

Luis Enrique había conseguido guiar al equipo hacia la Final de la Champions, después de conseguir los títulos de Liga y Copa. El último equipo que debía superar el Barça para alcanzar la gloria era la Juventus de Turín. El equipo italiano llegó a la final después de superar a Borussia Dortmund, Mónaco, y por último, al Real Madrid, mientras que, el FC Barcelona eliminó a Manchester City, PSG y Bayern para alcanzar la ansiada final.

El encuentro deparó emociones fuertes desde el inicio. El conjunto azulgrana logró abrir el marcador tras un gran gol de Rakitic, después de una jugada colectiva espléndida de todo el equipo. En la segunda mitad la "Vecchia Signora" logró igualar el tanto inicial del croata, con un gol de Morata, llenando de optimismo a toda la afición de la Juventus.

El FC Barcelona era el claro dominador del encuentro, controlaba el juego, y las ocasiones se sucedían una tras otra. Finalmente Suárez consiguió anotar el 2-1, con el que hizo estallar a toda la parroquia azulgrana desplazada a Berlín. El Barça logró ampliar la ventaja en el añadido por mediación de Neymar, que en su celebración, corrió a abrazarse con la afición culé, indicando con gestos, que el partido había sido finiquitado.

El conjunto dirigido por Luis Enrique logró la quinta Champions de la historia del club, y con esta última, consiguió el segundo triplete también de su historia, tras hacerse con la Liga y la Copa del Rey previamente, en la misma temporada 2014-2015.