Aunque no sepas nada sobre el mundo del fútbol, todos conocemos quién es Iker Casillas y lo que representa. El máximo representante del Real Madrid durante muchos años, campeón en todas las competiciones en las que ha jugado, tanto con el conjunto merengue como con la selección española, y una de las inspiraciones para muchos niños que sueñan con llegar a jugar al fútbol de máximo nivel. 

Su primera convocatoria con el primer equipo fue muy joven, cuando aún estaba en el instituto, con apenas 16 años, para estar como portero suplente contra el Rosenborg, en el camino a “La Séptima”. Su debut como titular fue en uno de los estadios más importantes de fútbol español, en La Catedral, en un empate a dos, y a pesar de tener solo 17 años, fue titular en 26 encuentros. Su gran rendimiento hizo que recibiera el Trofeo Bravo ese año, galardón que premia al mejor jugador menor de 21 años que juegue en cualquier liga europea. 

Iker Casillas realiza una parada | Foto: www.realmadrid.com
Iker Casillas realiza una parada | Foto: www.realmadrid.com

A pesar de su buen rendimiento, las siguientes temporadas, con Vicente Del Bosque en el banquillo, fue rotando en la portería con Cesar Sánchez. Ese Real Madrid de la primera etapa de Florentino Pérez, contaba en su plantilla con jugadores de la talla de Zidane, Ronaldo, Roberto Carlos o Luis Figo. El momento que Casillas se consagra en la portería blanca es la final de la Champions de 2002, ante el Bayer Leverkusen. En esa final, el portero madrileño empezó como suplente, pero con la lesión de César, tuvo que salir al campo con un 2-1 a favor. En este partido Iker empezó a ganarse su apodo de “El Santo”, ya que gracias a su buena actuación, fue parte esencial de ese triunfo, junto a la volea de sobra conocida por todos de Zinedine Zidane. Tras esta gran actuación, Casillas se hizo indiscutible tanto en la portería del Real Madrid como en la selección española, siendo titular en el Mundial de 2002 en Corea.

Clave con la selección española

A partir de esa temporada, el portero español estuvo considerado como el mejor en su posición de todo el mundo. El banquillo madridista tuvo mucho baile de entrenadores, con más o menos triunfos, pero nadie sentó al “Santo”. Su gran nivel fue clave en uno de los momentos más importantes de la historia del deporte español, la Eurocopa del 2008, donde fue nombrado como el mejor portero del campeonato, y fue clave en muchos momentos; como en la eliminatoria ante Italia, donde detuvo 2 penaltis, y se llegó a decir que hipnotizó a los rivales para que fallaran sus penas máximas. 

Foto: Dani Mullor - VAVEL España
Foto: Dani Mullor - VAVEL España

En 2010, tras una temporada en blanco con el Real Madrid en la que se quedó sin títulos, pero donde hizo una de las intervenciones más famosas de toda su carrera, una estirada de lado a lado de la portería a un disparo a bocajarro de Diego Perotti, llegó el Mundial de Sudáfrica. Todos recordamos la parada que hizo Iker Casillas a Arjen Robben en la final del torneo, con empate a cero, en un uno contra uno que puso a toda España en pie, y que logró despejar hacia la línea de fondo. En ese momento, logró entrar en los libros de historia del fútbol mundial y en el recuerdo tanto de madridistas como de blaugranas. 

Tras ese fantástico verano, llegó al Real Madrid, donde con las bajas de Raúl y Guti logró hacerse con la capitanía. Ese mercado de fichajes, también llegó al conjunto merengue José Mourinho, que venía de ganar el triplete en Italia y había derrotado al FC Barcelona de Pep Guardiola. Con el entrenador luso, logró ganar la Copa del Rey después de 18 años de sequía. La temporada siguiente, la última de Iker como titular indiscutible, es una de las más exitosas de los merengues, ya que esa temporada acabaron con la increíble cifra de 100 puntos y 121 goles a favor, mientras que en Champions volvieron a caer en semifinales ante el Bayern de Múnich. 

Foto: Maria Mato - VAVEL España
Foto: Maria Mato - VAVEL España

Con Mourinho empezó el calvario

En la última temporada de José Mourinho como entrenador, empezó el calvario de Casillas en la portería blanca. En un encuentro ante el Málaga, el preparador portugués decidió darle la titularidad a Antonio Adán como toque de atención ante el mal inicio de campaña que estaba teniendo el capitán, aunque se rumoreó que fue por la mala relación que tenían ambos. Tras el parón de Navidad, Casillas se fracturó la mano en un encontronazo con Álvaro Arbeloa, y la directiva decidió fichar a un portero contrastado como Diego López para cubrir su baja. Este fichaje, unido a los problemas que ya tenían entre ellos, hizo que Iker no volviera a jugar ni un solo minuto. Esta situación provocó un gran debate alrededor de la portería blanca, y generó dos bandos entre los que apoyaban a Casillas y los que apoyaban a Mourinho. 

Iker Casillas realiza una parada durante un encuentro ante el Atlético de Madrid | Foto: www.realmadrid.com
Iker Casillas realiza una parada durante un encuentro ante el Atlético de Madrid | Foto: www.realmadrid.com

Con la llegada de Carlo Ancelotti, un perfil muy distinto como entrenador, Casillas tampoco pudo sentar a Diego López, pero las dos competiciones que pudo jugar, Champions y Copa del Rey, las dos se saldaron con dos trofeos más para las vitrinas del Santiago Bernabéu. Al año siguiente, con la venta del portero gallego al AC Milan, puedo volver a la titularidad en todos los campeonatos, no sin estar más que discutido por los medios de comunicación. 

Aunque su salida del Real Madrid la temporada siguiente fue por la puerta de atrás, ya que salió traspasado al Oporto y estuvo muy cuestionado por toda la prensa que sigue al equipo, quedará en el recuerdo de todos los aficionados sus grandes paradas que tantos títulos le han dado al Real Madrid. Además, fuera de los terrenos de juego ha sido un futbolista ejemplar, siendo reconocido con la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo o con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, premio compartido con Xavi Hernández.

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