Pau Torres ha entrado en el selecto grupo de futbolistas nacidos en Vila-Real que han jugado para el equipo de su tierra. Se convierte así, en el cuarto futbolista en hacerlo con el equipo en primera tras Héctor Font, Cesar Arzo y Xisco Nadal.

Es una evidencia que su temporada de debut en la máxima categoría del futbol español ha superado con creces todas las expectativas, no solo se ha consolidado como uno de los pilares del equipo, sino que le ha valido su convocatoria con la selección nacional absoluta con la que marcó en su debut.

Es un gusto verle defender la elástica amarilla, la de su casa, en el verde con la misma pasión como si de un aficionado se tratase, es la extensión de la afición en el campo.

La temporada pasada cedido en el Málaga, fue la irrupción de un jugador dominante en la categoría de plata, un central con unos conceptos tácticos impropios de un futbolista de su edad, y más en un central, bien por arriba y sobre todo una calidad excelsa para la salida del balón.

Volvió al conjunto groguet para quedarse, dicho y hecho, es un fijo en los planes de Javi Calleja, llegó a ser el futbolista amarillo con más minutos jugados hasta que una inoportuna lesión le dejó en el dique seco  durante aproximadamente un mes. No obstante, ha disputado 2.070 minutos de 2.430 posibles, unos datos muy buenos para la temporada de debut de un futbolista en Primera División.

En una temporada algo dubitativa e irregular para los de Calleja, pocos jugadores pueden decir que han mantenido una regularidad durante toda la temporada, y Pau es uno de ellos. De hecho, también ha conseguido marcar su primer gol en La Liga, lo hizo en la derrota contra Osasuna en El Sadar.

Se ha ganado el respeto de los más grandes, incluso es pretendido por muchos de ellos, pero él ha expresado siempre que esta es su casa y quiere jugar muchos más partidos con la camiseta del submarino, pero en esto del futbol nunca se sabe…

¿Podrá el Villarreal retener a uno de los jugadores españoles con mayor proyección?