Con tan sólo 23 goles a favor en las 27 jornadas disputadas de LaLiga Santander, el Espanyol se muestra como el tercer equipo, igualado con el Valladolid, que menos tantos ha anotado en la presente edición del campeonato doméstico. I es que la venta sobre la bocina de Borja Iglesias, pichichi del equipo la temporada pasada con 20 goles, y la de Gerard Moreno el verano anterior, han supuesto dos varapalos muy serios para su devenir: si sumamos los tantos anotados por ambos en su último año con los espanyolistas (39) se llegaría al total que registra un equipo de Champions, el Sevilla, que ostenta la tercera plaza.

Las ausencias hicieron la necesidad de fichar

La marcha de Moreno al Villarreal se parcheó de manera magnífica con la incorporación de Borja, que con sus goles favoreció la clasificación europea. Pero, por contra, en el pasado mercado estival no se encontró el relevo perfecto para el gallego. La llegada de Jonathan Calleri, en calidad de cedido por el Deportivo Maldonado uruguayo, no tuvo la misma repercusión goleadora ni la misma comunión con la grada. Su único tanto en Liga después de la disputa de 1362 minutos así lo atestigua. Al fichaje del argentino se le sumó el de otro compatriota, Matías Vargas: el fichaje más caro del club en verano, con un total de diez millones.

El extremo de Vélez ilusionaba al aficionado y sus participaciones en pretemporada, junto al gran gol que anotó en Cornellà ante el Zorya, así lo atestiguaban. A nivel goleador ha despuntado más en la Europa League, con cinco tantos en ocho partidos, que en una Liga Santander donde aún no ha perforado la red rival en las 13 jornadas que ha jugado. Así la situación, con fichajes estivales decepcionantes y un bajo rendimiento de hombres que estaban llamados a dar un paso adelante, como es el caso de Wu Lei o Facundo Ferreyra, el curso liguero del Espanyol fue acorde a su escasa efectividad goleadora: hasta el parón navideño el conjunto entrenado entonces por Pablo Machín (la derrota ante el Leganés le supuso su despido y la llegada de Abelardo) sumaba únicamente 10 puntos, se encontraba en el último puesto de la tabla y con 12 goles a favor por los 34 en contra.

Raúl de Tomás, el gran fichaje

La llegada de Raúl de Tomás, junto a la de Adri Embarba, revolucionó la dinámica del grupo. Su debut en Copa del Rey ante el Sanse y el liguero ante el Villarreal se saldó con su correspondiente gol, haciendo valer la condición de killer que se labró en el Rayo Vallecano. De Tomás es un auténtico conocedor del fútbol español, ya que su carrera futbolística se fraguó en las categorías inferiores del Real Madrid y estalló en el conjunto vallecano (en la 17/18 marcó un total de 24 goles que permitió a su equipo el ascenso de categoría).

La responsabilidad que tenía el madrileño era muy grande, debido a los 20 millones de euros que el club pagó al Benfica, pero no defraudó a propios ni a extraños; cinco tantos en sus primeros cinco encuentros oficiales desataron la euforia y avivaron las esperanzas de salvación de un equipo lánguido hasta entonces. Así pues, la cara se hallaba en la figura del canterano madridista pero la cruz se encuentra sobre el otro fichaje invernal: Adrián Embarba, otro ex del Rayo, fue contratado por los directores deportivos para mejorar en una banda diestra huérfana de punch. Poca repercusión a nivel goleador a pesar de ser un fijo para el míster (seis de los siete partidos de Liga los inició como titular, marcando dos goles). A pesar de los datos, en su favor queda que aún tiene mucho camino por recorrer y demostrar.

Se destacó un canterano

Para finalizar este análisis, cabe destacar el papel desempeñado esta temporada por un chico del filial, como Víctor Campuzano. El joven delantero de 22 años ha sido la gran sorpresa perica de este año y sus cinco goles así lo atestiguan. Habitual en pretemporada para Machín en un momento en que el equipo se jugaba su clasificación para la Europa League, el catalán se mostraba como el haz de luz que iluminaba el aparato ofensivo gracias a su desparpajo. Nada más y nada menos que cinco goles en los ocho enfrentamientos europeos que disputó le sirvieron para ganarse un puesto en el once titular. Pero por contra, no ha tenido el mismo impacto en Liga, donde aún no ha visto portería en sus 13 partidos disputados.