La línea atacante formada por Messi, Suárez y Neymar Jr. fue clave a la hora de llevar al equipo azulgrana a conseguir el segundo triplete de su historia. Además de los centenares de goles que anotaron, rompiendo toda estadística goleadora, dieron 211 asistencias. Nunca antes los goles de los delanteros se habían repartido tanto, lo que situaba al argentino, al brasileño y al uruguayo siempre en los primeros puestos de los ranking de goleadores.

La formación del trio de ases

Corría el año 2014, la dupla formada por Messi y Neymar llevaba un año funcionando. Procedente del Liverpool FC llegaba el uruguayo Luis Suárez, que cumplía sanción tras un incidente con su selección, por lo que no pudo debutar hasta el 25 de octubre de 2014, contra el eterno rival, el Real Madrid. Ese fue el primer partido del nuevo tridente blaugrana que, aunque acabó con derrota, sirvió para mostrar unas pinceladas de la que sería la nueva delantera culé.

La temporada 2014/2015, la primera de Luis Enrique al frente del equipo, finalizó con la consecución de Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones, el segundo triplete en la historia del FC Barcelona. La “MSN” terminó la temporada con un total de 122 goles en su haber, de los cuales fueron 58 obra de Messi, 29 de Suárez y 39 de Neymar.

Messi y Neymar celebrando un gol contra el Sevilla. 2014/2015. Foto: VAVEL
Messi y Neymar celebrando un gol contra el Sevilla. 2014/2015. Foto: VAVEL

La conexión del trío sudamericano iba en aumento, haciendo las delicias de la afición, que confiaba en ellos para volver a colocar al conjunto catalán en lo más alto, después de la mala racha que había pasado con Gerardo “Tata” Martino como entrenador. Una nueva historia comenzaba a escribirse, y la “MSN” sería su estrella, reconocida en España, pero también en Europa, hasta tal punto que, en 2015, Messi ganó su quinto Balón de Oro y Neymar se hizo con el Balón de Bronce, mientras que Suárez fue elegido segundo Mejor Jugador de Europa por la UEFA.

La samba brasileña y los tangos argentinos y uruguayos habían empezado a sonar, y sobre el verde estaban los mejores bailarines, preparados para hacer danzar a los rivales, al ritmo que ellos marcaban, y hacer disfrutar a la hinchada.

Una temporada para la historia

La segunda campaña del tridente favorito de la afición comenzaba con la retirada del mítico jugador blaugrana Xavi Hernández, por lo que Leo Messi ascendía de rango dentro del equipo y asumía el segundo puesto en la jerarquía de capitanes.

Esa temporada concluyó con la consecución de cuatro trofeos, Supercopa de Europa, Mundial de Clubes, Liga y Copa del Rey.

La línea delantera del equipo se reafirmaba, y Luis Suárez tiraba del carro para mantener la hegemonía culé en Europa y el mundo. Los 131 goles de los atacantes fueron decisivos. El “9” del Barça, con 59 goles, se convirtió en Pichichi y Bota de Oro, mientras que las lesiones dejaron al argentino, Leo Messi, con 41 goles, eso sí, en 49 partidos, ya que se perdió 5 partidos de Liga, 3 de Champions, 4 de Copa del Rey y las semifinales del Mundial de Clubes, pero aumentó las asistencias a sus socios mientras él se animaba cada vez más a disparar desde fuera del área.

Los cuatro trofeos dejaban claro que el FC Barcelona tenía hambre de títulos, que lucharía por lograr lo que Guardiola había ayudado a conseguir años antes. Jugadores nuevos, entrenador nuevo, pero la misma esencia y ambición que había distinguido siempre a la identidad azulgrana. Creaban y repartían juego, daban asistencias, marcaban goles, todo lo que un entrenador podía pedir, ellos lo hacían, por lo que nadie ponía en duda su titularidad.

El tridente celebrando un gol contra el Betis. 2015/2016. Foto: VAVEL
El tridente celebrando un gol contra el Betis. 2015/2016. Foto: VAVEL

El fin de una era

En la temporada 2016/2017 llegaba el que sería el último año del trío más anotador de la historia del FC Barcelona. Para sorpresa de todos, el joven futbolista brasileño abandonaría la ciudad condal rumbo a la capital francesa. El equipo de Luis Enrique, que también dejaría el Club al acabar la campaña, se alzó con dos títulos, la menos laureada desde la llegada del técnico asturiano, consiguiendo la Supercopa de España y la Copa del Rey.

En “Can Barça” luchaban cada partido como si fuese el último, por lo que entraron en los anales de la historia con su épica remontada al Paris Saint – Germain Football Club, equipo donde recaería Neymar Jr. la temporada siguiente. La escuadra culé había sufrido una amarga derrota por 4 a 0 en el Parque de los Príncipes en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, pero el Camp Nou se vistió de gala para ver al equipo azulgrana tirar de gesta y acabar ganando 6 a 1, con tres goles en menos de 10 minutos, metiendo Sergi Roberto el tanto decisivo.

Un partido para recordar, prácticamente perfecto, donde todos y cada uno de los jugadores cumplieron con creces. La “MSN” anotó 4 de los 6 goles que hicieron de esa noche una velada inolvidable para todo aficionado. El templo azulgrana, y sus aficionados allí presentes, llevaron al equipo en volandas durante 95 largos minutos, para acabar celebrando el gol de la victoria con un Leo Messi eufórico, que no dudó en saltar a la valla que contenía a su hinchada.

La temporada llegaría a su fin siendo la menos goleadora de Neymar en las filas blaugranas, tan solo 20 goles. Su pronta salida, cuando aún tenía contracto con el FC Barcelona, y las formas en las que abandonó el club, le hicieron pasar de héroe a villano para la afición culé, mientras el tridente volvía a quedar descompuesto y en busca de una nueva pieza que lo completara.

Imagen del partido contra el Villarreal en el Camp Nou. 2016/2017. Foto: VAVEL
Imagen del partido contra el Villarreal en el Camp Nou. 2016/2017. Foto: VAVEL