La plantilla blanquiazul ha vuelto este sábado a pisar el césped para realizar los entrenamientos correspondientes, que serán tanto en La Rosaleda como en el Anexo. Tras un parón de 57 días, el club recibió la noticia por parte de LaLiga el viernes con gran entusiasmo, que tras conocer los resultados de los dos test de COVID-19 a los que se sometieron tanto los jugadores como los empleados del club, dieron luz verde para llevar a cabo la primera fase del protocolo e iniciar la vuelta a la nueva normalidad, dichos resultados están protegidos con máxima privacidad entres los servicios médicos y LaLiga.

Fue el pasado 13 de marzo cuando el Málaga Cf suspendió el último entrenamiento, en el que tenían previsto jugar un partidillo con el filial, que no se pudo llevar a cabo por el estado de alarma que se decretó.

La vuelta a los entrenos ha comenzado este sábado, a primera hora de la mañana, que ha sido cuando han llegado los jugadores a la Rosaleda, para ejecutar el plan de entrenamiento planeado. Cabe destacar que los jugadores deberán seguir unas limitaciones para poder entrenar, además de la conocida distancia social de seguridad tendrán que regirse al estricto protocolo marcado por laLiga, por lo que los jugadores tendrán que llegar al campo con la vestimenta puesta, no podrán estar más de 12 personas a la vez en las instalaciones -seis por cada terreno de juego-, estará limitado el uso del gimnasio y, una vez terminado el entrenamiento, cada futbolista irá directamente a su coche para regresar a casa con la ropa y las pautas de la sesión del día siguiente.

Las sesiones de entrenamiento se llevarán a cabo tanto en la Rosaleda como en el Anexo, y se realizarán dos turnos, uno por la mañana y otro por la tarde, según ha señalado el club. Los jugadores han mostrado un gran entusiasmo en el primer entreno.