A medida que avanza el proyecto, vamos conociendo nuevos detalles del futuro estadio Santiago Bernabéu. Las obras, que ya han empezado y terminarán en 2023, no impedirán que se pueda seguir jugando mientras se llevan a cabo.

Tras conocer ya cómo será el aspecto innovador de la casa del Real Madrid, la última novedad que se ha hecho pública es el césped retráctil con el que contará el estadio. Unos raíles debajo del terreno de juego transportarán el césped, dividido en varias planchas, a una cueva invernadero. Allí, las planchas, dispuestas unas encima de otras, estará cuidadas a la temperatura, luz y humedad ideales.

Esto permitirá poder poner y quitar el césped en unos minutos. Es un proceso muy ágil y rápido si lo comparamos con otros estadios con esta tecnología. El Veltins-Arena, por ejemplo, estadio del Schalke 04 alemán, tiene la capacidad de retirar el césped, en una sola pieza, en 12 horas. El estadio del Tottenham también cuenta con algo parecido: tiene un campo de césped natural y otro de césped sintético, uno encima de otro; ambos pueden intercambiarse en tan solo 25 minutos.

En este nuevo estadio podrán hacerse conciertos y adaptaciones a otros eventos deportivos sin necesidad de dañar el césped lo que, a largo plazo, es muy beneficioso. También contará con una cubierta fija que proteja de la lluvia a los espectadores, y otra retráctil que cubrirá el terreno de juego, que podrá desplegarse en solo 15 minutos y que reducirá la contaminación lumínica y acústica hacia el exterior del recinto.

Además, se instalará un videomarcador de 360 grados y se construirá una nueva grada en el lateral este para aumentar la comodidad y facilitar los accesos, para lo que también habrá más espacios de ocio, recreo y entretenimiento, no solo en el interior, sino también en los aledaños del estadio.