Tras la anunciación del retorno de la competición liguera, ya comienzan a aparecer problemas en casa del Celta. El mayor protagonista de este culebrón, es bien conocido por el celtismo, Pione Sisto.

El problema va más allá de una falta leve de indisciplina que estábamos acostumbrados a ver en este jugador. Todo causado por la fuga, sin consultar con el club, a su tierra para estar más cerca de sus familiares y amigos.

El Celta ha decidido tomar cartas en el asunto, imponiendo la mayor sanción económica jamás realiza por la entidad celeste, una multa que según informa TVG, alcanzaría nada menos que 60.000 euros por desobedecer al club. El propio Pione comentó aún en Dinamarca que asumiría su culpa por haberse ido sin avisar a la entidad celeste y que cumpliría el castigo correspondiente por su actitud.

Por si fuera poco, varios medios especulan con una posible negativa del jugador celeste para ser sometido a un test para conocer si se encuentra o no infectado. El presidente del Celta, Carlos Mouriño, concedió una entrevista en la que comentó la situación del futbolista"Tiene un problema, no está colaborando con el club para resolverlo y es un problema del que nosotros no podemos hablar"

Todo ello da de que hablar, y más que nunca se hacen fuertes los rumores que especulan con una posible venta del jugador. Más allá de lo que suceda en las próximas semanas, el danés de origen sudsudanés parece tener las horas contadas en Vigo.