Al fin apareció Pione Sisto en las instalaciones de Celta de Vigo para entrenar a las órdenes de Óscar García. Formó parte del primer grupo de 10 jugadores que se ejercitó esta mañana. Pese a esto, el extremo realizó solo el calentamiento con sus compañeros de grupo. Después  de esto, continuó en una sesión individual bajo las ordenes del preparador físico del Celta B, Cristian Fernández.

Han sido semanas convulsas en la vida de Pione Sisto. El pasado 27 de marzo, el jugador se fue en su propio coche a Dinamarca, saltándose el confinamiento sin informar al club. Sin embargo, el extremo céltico sí acudió a la convocatoria para hacerse los test del coronavirus el pasado 6 de mayo. A partir de ese instante, se le perdió la pista a un jugador que, su actitud fuera del terreno de juego, está dejando mucho que desear. 

¿Qué ha pasado desde ese día?

Finalmente, lo ocurrido queda entre manos del club y el jugador. Según explicó el presidente del Celta, Carlos Mouriño, el jugador "tiene un problema y no está colaborando con el club para resolverlo”. Además, hoy el propio jugador ha sido preguntado en su llegada al entrenamiento,pero prefiere que la cosa quede entre ellos: “Tengo muchas ganas de volver, a veces pasan cosas, pero prefiero que se queden entre el club y yo”.

¿De cuánto ha sido la multa?

El conjunto olívico ha sancionado al jugador danés con 60.000 euros, siendo así la mayor multa de la historia impuesta por el club gallego. La entidad viguesa, también se plantea demandar a su jugador, ya que entienden que con sus acciones ha devaluado su precio de mercado. El jugador tiene contrato hasta 2021, por lo que si el Celta de Vigo quiere sacar dinero, deberá traspasarlo este mismo verano.