Los jugadores del Valencia han regresado a los entrenamientos en una forma física sorprendente. Los cambios de la forma física de los jugadores no son únicamente apreciables a simple vista, los de Celades han superado los resultados de condición física previstos.  

La clave del cambio físico de la primera plantilla del conjunto “ché” ha sido el control exhautivo que ha desarrollado el club sobre cada jugador.  

DIALVA Y foodVAC, las empresas valencianas de alimentación, han sido las encargadas de llevar a cabo un plan nutricional a los jugadores durante el confinamiento. Cada jugador disponía de una determinada dieta en función de los ejercicios marcados por el club.  

Estas dos empresas valencianas se han encargado de repartir a diario la comida y la cena al domicilio de cada jugador. En cada paquete el jugador disponía de los alimentos necesarios, medidos al milímetro, para llevar a cabo la comida correspondiente del día. Una dieta exigente que ninguno de los jugadores podía saltarse.  

La constancia de los jugadores ha sido esencial para volver al 100% a los entrenamientos, pero el trabajo realizado por el cuerpo médico, los nutricionistas, los cocineros e incluso los repartidores ha sido clave para desarrollar a la perfección el estado físico de los jugadores.  

Una dieta que a día de hoy se sigue manteniendo, variando el menú debido al aumento de intensidad del trabajo. Cada jugador dispone de una alimentación ideal gracias al cuidado que el club ha llevado a cabo sobre el primer equipo.  

Un secreto que el Valencia se guardaba bajo la manga, y que ha servido para volver a los entrenamientos en las mejores condiciones. El Valencia no pisa el freno y los jugadores han vuelto a los entrenamientos como aviones.  

Los blanquinegros quieren pelear por entrar en Champions y el club ha hecho todo lo posible para que el parón no influyera en la forma física de los jugadores.