Cuando concluyó la sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva El Rosal, Álvaro Giménez, atendió a los medios oficiales del club en una entrevista a típica a causa del Covid-19. El ariete, que llegaría en calidad de cedido en el mercado invernal, analizaba, entre otras cosas, la actualidad del conjunto y la recuperación de la forma física tras los dos meses de confinamiento.

En primera instancia, el futbolista comentó el trabajo que está realizando el equipo. “Después de dos semanas trabajando todo va a mejor y nuestra idea es continuar así para regresar a la competición. Todo ha sido un poco raro. Hacer grupos de entrenamientos no es algo habitual, pero la idea es que dentro de poco podamos entrenar con normalidad".

Lo más importante está siendo volver a recuperar las sensaciones y tocar balón. "Después de dos meses sin tocar balón hay que hacerse al tacto de nuevo. Entrenando y con el día a día hay que volver a estar como antes". Para más inri, el parón, en su caso, ha tenido un efecto perjudicial doble, pues no ha podido disputar los partidos suficientes para coger ni el ritmo de juego necesario, ni las ideas de Cervera. "Me costó porque llegué nuevo y sin jugar mucho, ahora este parón te obliga a coger de nuevo el ritmo. En estas semana que quedan sólo pienso en cogerlo".

Sobre el hipotético regreso de la competición, aún nada claro, tanto Álvaro como sus compañeros afirman que van a ir paso por paso. "Nos tomamos estos once partidos como lo que es. Estamos cerca de un objetivo que queremos conseguir, y trabajamos para el primer partido. Vamos a ir jornada a jornada, intentando hacer las cosas bien como hasta ahora para conseguir llegar a la meta".

Aunque sabe que no van a poder contar con el jugador número 12, el apoyo de la afición. “Sabemos que va a ser distinto cuando juguemos en casa sin nuestra gente, pero lo más importante es la unión en el campo y ser una piña. Eso será fundamental para que no nos afecte lo ambiental", concluyó el jugador.