En la jornada 24 de la edición de LaLiga Santander 2016/17, el Espanyol se presentaría en el RCDE Stadium con la necesidad imperiosa de revertir su reciente dinámica de resultados: tras dos derrotas consecutivas, ante Real Sociedad y Real Madrid, tenía enfrente al rival más propicio para seguir achuchando a los rivales por las plazas europeas. Y es que la temporada del retorno de Osasuna a la élite, estaba siendo por aquel entonces de las peores de su historia, con sólo 10 puntos sumados en las veintitrés fechas disputadas, abocado sin más remedio al descenso de categoría.

Aquella invernal mañana de domingo, dos jugadores que no estaban pasando por su mejor momento de forma tuvieron la ocasión de redimirse. Felipe Caicedo y Jurado cuajaron una excelente imagen con la rúbrica de un tanto para cada uno de ellos. El delantero ecuatoriano, materializó el primer tanto del partido al minuto 17, después de cabecear un centro medido en banda diestra por Hernán Pérez; este gol fue producto de un inicio fulgurante de los espanyolistas, que empequeñecieron,más si cabe, a un Atlético Osasuna sin ideas. Y la renta pudo ampliarse, de no haber errado el propio “Felipao” un penalti señalado de Oier sobre Gerard Moreno que supuso la expulsión del jugador rojillo. A pesar de la gran parada del guardameta italiano Sirigu, los de Sánchez Flores no desfallecieron y otro de los protagonistas de la jornada tuvo su momento de gloria.

José Manuel Jurado materializó un gran gol después de conectar desde fuera del área un despeje defectuoso de la defensa rival; con el resultado parcial de 2-0 los 22 protagonistas se marcharon al túnel de vestuarios. En el segundo tiempo los osasunistas salieron al césped mostrando una peor imagen que en el primero y eso lo aprovechó el conjunto catalán. Un control total de la situación ante un futbolista menos, esa fue la dinámica del encuentro en sus últimos minutos e incluso dio tiempo para que la debacle pamplonica fuera a más... Un error garrafal de Causic en una cesión atrás lo aprovechó inteligentemente Gerard Moreno que batió al portero transalpino con una maravillosa vaselina.

A pesar de la gran imagen mostrada aquél día el equipo de Quique no consiguió finalmente el objetivo de entrar en Europa y Osasuna consumó su descenso a LaLiga 123.