Parece que el principal reto de la nueva entrenadora de la Real Sociedad Femenino, Natalia Arroyo, será buscar una sustituta para la punta de ataque. Será un arduo trabajo, ya que suplir la baja de una delantera como es Nahikari García no es sencillo después de 171 partidos y 93 goles a sus espaldas. Ya se ha comenzado a reforzar el ataque realista con el fichaje de Amaiur Sarriegi.

La de Urnieta lleva militando en la Real sociedad desde los 16 años y poco a poco se ha ido haciendo con un importante puesto en el club donostiarra. La joven delantera es un baluarte y su pérdida puede afectar en gran medida al club, porque de sus goles dependía el primer equipo femenino en la Liga Iberdrola. 

El verano pasado ya fue pretendida por el Atlético de Madrid Femenino, pero el título de la Copa de la Reina le llegó al corazón, y sus sentimientos decidieron continuar un año más. Lo más probable es que el próximo 30 de junio, fecha en la que finaliza su contrato, no continue en la disciplina blanquiazul. El interés del Atleti sigue vigente, pero parece ser que el Real Madrid CFF es el equipo mejor posicionado para su fichaje.

A día de hoy, Nahikari García sigue siendo jugadora de la Real Sociedad, pero parece ser que las negociaciones están muy avanzadas y en que se llegue a un acuerdo en la cantidad por el traspaso, la transacción se llevará a cabo. Se está negociando el precio porque no existe una cláusula de rescisión que así lo establezca.

Uno de los aspectos principales por los que Nahikari es una de las delantera más pretendidas es por su gran trayectoria a su corta edad. La guipuzkoana debutó con el primer equipo en enero de 2014, misma temporada en la que fue internacional con la Selección Española sub 17. También ha pasado por la sub 19 y sub 20, pero el punto álgido con el combinado nacional fue su convocatoria para el pasado Mundial de Francia y su debut con gol ante Finlandia en los partidos clasificatorios. En suma, si la delantera de  Urnieta decide abandonar el conjunto donostiarra, será una gran perdida difícil de suplir.