Manuel Alejandro García Sánchez, más conocido como Manu García, nació un 26 de abril de 1986 en Vitoria-Gasteiz. Es un futbolista español que juega de centrocampista, aunque en sus inicios desempeñó también la función de extremo izquierdo e incluso, de lateral izquierdo.

Sus inicios

Su trayectoria como futbolista empezó en el equipo de su colegio, el San Viator de Vitoria. Allí consiguió pequeños logros, como proclamarse campeón del Campeonato de Álava o subcampeón del Campeonato de Euskadi. En el San Viator destacó, lo que le hizo dejar de jugar con sus amigos para jugar con los de un año más. Fue entonces, cuando la Real Sociedad se interesó en él. Manu jugó en las categorías inferiores del equipo donostiarra, hasta que en la temporada 2005-2006, debutó en Segunda B con la Real Sociedad B.

Años de alegrías, sufrimiento y mucho esfuerzo

En la Real Sociedad B disputó 3 temporadas, en las cuales logró destacar también en la categoría de bronce del fútbol español. El objetivo de Manu era jugar en Segunda División, por lo que decidió buscar suerte en otro lado. Después de esos 3 años en Segunda B, fichó por el Girona FC, que acababa de ascender a la Segunda División. Allí vio como el club le rechazaba por una mala pretemporada, y le comunicaban que lo querían ceder. Manu García y el Girona FC acabaron rompiendo el contrato y finalmente, a pocos días de comenzar la competición, la SD Eibar se hizo con sus servicios y lo cedió inmediatamente al Real Unión de Irún, club perteneciente a Segunda B. 

En Irún destacó a nivel personal, jugando 39 partidos y marcando 8 goles. Pero en esa temporada, la 2008-2009, los logros no fueron solo personales, ya que el Real Unión consiguió eliminar al Real Madrid en la Copa del Rey y logró además el ascenso a Segunda, categoría que el equipo no pisaba desde hace 40 años.

La SD Eibar no tuvo un tan buen año y descendió a Segunda B, por lo que el equipo guipuzkoano decidió repescar a Manu. El jugador vitoriano seguía destacando mucho en Segunda B, pero no conseguía su objetivo de jugar en la división de plata. El Eibar acabó en segunda posición, pero cayó en los play-offs de ascenso a Segunda División frente al Ontinyent C.F.

En la temporada 2010-2011, Manu García recibió la mala noticia de que el Eibar no le hizo la ficha para jugar, así que acabó fichando por la U.D.Logroñés. En Logroño demostró que también tenía capacidad goleadora, ya que anotó 13 goles en las dos temporadas que jugó allí, en las que disputó 53 partidos.

Todo el esfuerzo obtiene su recompensa

Tras volver a destacar, esta vez en el Logroñés, Manu García cumplió el sueño de jugar en el equipo de su ciudad, del que ha sido abonado desde pequeño, el Deportivo Alavés. En su primera temporada se vio obligado a desempeñar la función de lateral izquierdo debido a las necesidades del equipo. El Glorioso consiguió el ascenso a Segunda División, tras vencer al Real Jaén C.F en la ronda de campeones del play-off de ascenso. Esto significaría que iba cumplir el sueño de jugar en Segunda División con el equipo de su corazón.

Esta temporada la disputó de mediocentro, formando una pareja en el centro del campo con su compañero y amigo Jagoba Beobide. La temporada fue durísima, el Alavés cambió tres veces de entrenador, pero se salvó en la última jornada en un partido de infarto contra el Real Jaén, en el que se logró la victoria en el último segundo. 

El equipo albiazul se conformó en Segunda, y Manu García empezó a creer que a lo mejor sí estaba al nivel para jugar en Primera División, algo que era impensable para él años atrás. Entonces llegó la temporada 2015-2016, en la cual el Deportivo Alavés se proclamó campeón de Segunda División, logrando así el ascenso a Primera División.

Años mágicos en Primera División

La primera jornada de la vuelta del Glorioso a Primera División fue un 21 de agosto de 2016, en la que el Alavés se midió al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Tras encajar un gol de penalti en el minuto 92, el equipo albiazul tiró de corazón y empató en el minuto 94, con un brutal latigazo desde fuera del área de Manu García, quién iba a ser si no. Esa temporada acabaría siendo mágica, ya que los de Pellegrino consiguieron clasificarse para jugar la Final de la Copa del Rey frente al FC Barcelona, en la que el Alavés cayó derrotado por 3 goles a 1. 

En las recientes temporadas Manu García sigue siendo una pieza clave en el equipo. Un 6 de octubre de 2018, el Glorioso derrotó al Real Madrid con un gol de Manu en el 95, y en la temporada 2018-2019, el equipo conformó el mejor arranque de su historia en Primera División.

Un ejemplo a seguir

Sin duda, Manu García ha hecho historia con el Deportivo Alavés, y es además un claro ejemplo de que con sacrificio y mucho esfuerzo, todo se puede conseguir.