El Real Betis se ha puesto manos a la obra en la confección de la plantilla de cara a los próximos años. La continuidad de futbolistas importantes como Emerson o Fekir es una gran noticia para la entidad bética de cara a la siguiente temporada. Además, a esa nueva hay que sumarle las renovaciones de piezas clave de la plantilla como Sergio Canales, Andrés Guardado o el capitán Joaquín Sánchez.

La renovación de Edgar está prácticamente garantizada, y ya solo quedaría conseguir la de Aissa Mandi; el defensa es un pilar fundamental en la zaga bética y desde la directiva del Betis quieren que siga vinculado a la entidad. La oferta que le ha propuesto la directiva encabezada por Ángel Haro es la ampliación de contrato a tres o cuatro temporadas con una cláusula de 50 millones. Unos números que el internacional está estudiando y es que el argelino es pretendido por grandes clubes europeos.

Edgar es muy polivalente. Su capacidad para desenvolverse en la zaga y en la línea de medios gusta mucho a Rubi. Un jugador que rápidamente se adaptó a la máxima categoría de nuestro fútbol, y que está llamado a ser un futbolista muy importante para el Real Betis en los próximos años. Tras una primera oferta de renovación rechazada por el jugador, todo hace indicar que Edgar seguirá vinculado al equipo de la Palmera, y es que ambos quieren seguir unidos.

La renovación de los canteranos 

Otro canterano que se unió a la lista de renovaciones del Betis es Loren Morón. El delantero malagueño se ha convertido en una pieza muy importante para la delantera bética, y el club le ha mostrado su gran papel con una renovación de contrato que ha hecho ascender su cláusula de rescisión a 50 millones de euros. A falta de comunicado oficial, todo hace presagiar que otro joven formado en Heliópolis como lo es Edgar seguirá vinculado con el conjunto verdiblanco.

Las renovaciones en la medular son esenciales en un momento de crisis como el que se está viviendo. El hecho de mantener a jugadores clave y seguir con la esencia de la plantilla, provoca una sensación de desahogo en la directiva del Villamarín, que ya solo tendría que centrarse en buscar futbolistas que complementen un plantel ya confeccionado.