Osasuna reinicia la competición este domingo en el Reale Arena, y desde hace unas semanas ya se conoce las condiciones en las que los equipos pueden disputar el partido.
La FIFA e IFAB aprobó la regla que permite hacer como máximo cinco sustituciones durante los partidos, y para evitar un mayor número de interrupciones, no se permitirán más de tres pausar. Así pues, se permitirá convocar a nueve jugadores de banquillo en lugar de siete.
Debido a las condiciones en las que se reanuda la competición, la climatología o el alto ritmo en estas primeras jornadas, el principal objetivo de este cambio de norma es favorecer la recuperación física y así poder prevenir distintas lesiones.
¿Ventaja o desventaja?
Osasuna afrontará este último tramo de la temporada pendiente de las novedades propiciadas por el COVID-19. Y es que, la normativa de las sustituciones pueden otorgar beneficio o, por contra, perjuicio en el desarrollo de los partidos planteados por Jagoba Arrasate.
Como todos sabemos, los rojillos acostumbran a presionar alto y de forma intensa. Llevan al contrario al limite para conseguir liberarse de la presión en bloque alto.
En la parte ofensiva, el equipo siempre busca el ataque vertical y rápido. Las transiciones defensa-ataque de Osasuna siempre intentan romper los esquemas del rival y desequilibrar las distintas zonas para poder incidir en las más vulnerables de una forma rápida e intensa.
Imagen vía: StatsBomb
Por tanto, la forma de afrontar los partidos, tanto en fase defensiva como ofensiva, es muy exigente. Es por esto que, en este sentido, la modificación de la norma de sustituciones es beneficiosa para los rojillos.
Por otra parte, otros equipos, acostumbrados a un mayor numero de competiciones durante la temporada, también se verán beneficiados. Estos equipos son los que tienen mayor "fondo de armario" y pueden hacer uso de su calidad más inmediata.
En resumen, no sabremos hasta que finalice la temporada si ha supuesto un beneficio o un perjuicio para el devenir del equipo.
En principio, para todos los equipos puede suponer una ventaja. Por ello, los equipos enfrentados deberán saber jugar sus cartas para que esta norma juegue a su favor en lugar de para su oponente.