Teniendo en cuenta lo que puede dejar tras de si el empate entre Levante y Sevilla en el estadio 'Camilo Cano', cabe resaltar un dato antes de entrar en el análisis del encuentro. El lunes 15 de junio, La Nucía se sumó a la lista de ciudades que por vez primera acogieron un partido en la élite del fútbol español, algo que ya hicieron en su día Getafe; Cornellà y El Prat de Llobregat; Jerez de la Frontera; Eibar; Leganés; Girona y Huesca. 

Podemos decir sin pelos en la lengua que el guión de la jornada 29 para Levante y Sevilla resultó igual o bastante parecido al de los anteriores partidos.

El Sevilla con un marcado control del balón, tuvo un dominio plano ante el Betis durante la primera mitad, pero no fue hasta la segunda parte cuando los de Lopetegui sentenciaron el encuentro. La verticalidad de Ocampos, el equilibrio de Fernando en la medular y el poderío de los Diego Carlos-Kounde sumado a las cabalgadas de los incansables Navas y Reguilon, dieron los tres puntos a los locales; pero estos, una vez más, dejaron al descubierto una alarmante incapacidad de cerrar el resultado, algo que les costó los tres puntos en el 'Camilo Cano' ante el Levante, y por poner un ejemplo; ante el Eibar, en una sonrojante remontada de los hombres de Mendilibar. 

Por parte del Levante, el planteamiento inicial no sorprende a los aficionados granotas. La idea es sencilla: balones en largo y los delanteros de turno, en la mayoría de veces Roger y Morales, a buscar la espalda de los defensas. Pero en un 4-4-2, fijo para un Paco López cuadriculado e innecesario para unos granotas sentimentales del esquema 4-2-3-1 que dio los mejores años del club valenciano, hay varios 'peros', varias deficiencias, que al igual que en la vida, muestran que nada es perfecto, ni es oro todo lo que reluce. 

Campaña y Rochina, a veces Bardhi por este último, parten de interiores en un sistema que obliga a estos a realizar constantemente ayudas defensivas a los laterales; pero, ¿realmente dos interiores carentes de la velocidad y verticalidad de un extremo puro pueden iniciar las transiciones y ofensivas y a su vez ayudar al lateral en materia de defensa? 

Ahí radica pues uno de los principales problemas de este Levante. Ni Campaña ni Rochina bajan a defender, ni pueden ni parece que quieran tampoco, y ahí se da una muestra de desventaja cuando el equipo rival dobla lateral. Se vio con Gayà y Guedes ante Miramón, y se reflejó en La Nucía con Ocampos y Navas ante Toño. Un problema visible en toda la temporada y una carencia que parece no arreglarse ante la pasividad y negativa de Paco López a ver lo que tiene delante. Para unos, el campo está lleno de rosas y para otros lleno de barro. 

Y en el partido que enfrentó a ambos tuvimos de todo pero nada nuevo. Dominio plano del Sevilla en la primera parte, un Levante desaparecido pero correcto y una segunda mitad movidita. El Sevilla se aprovechó de las deficiencias de los 'granota' y se adelantó mediante un centro lateral que fue rematado por De Jong; nada nuevo en las movedizas aguas valencianas. 

Minutos después, marcaría Diego Carlos de cabeza en un corner; ninguna sorpresa para los aficionados 'granotas'. No obstante, el árbitro vio un contacto en el salto del central brasileño con Campaña y anuló el gol. Hartos de vino, el árbitro salvó las papeletas de una defensa cuanto menos deleznable. 

El resto lo sabemos todos, el Sevilla no supo cerrar el marcador y vio como el Levante ganando metros, poco a poco, empató el partido y pudo ganarlo. Me pinchas y no sangro, pero esa es la tónica de los de Paco López, parece que veinte minutos son suficientes para salvar las papeletas. Unas veces saldrá y otras no; a la ruleta rusa juegan los más locos y atrevidos.

El Sevilla jugará ante el Barcelona en la próxima jornada en el Pizjuán el viernes 19 de junio a las diez de la noche, mientras que el Levante visitará al Espanyol al día siguiente a las dos del medio día.

Los de Lopetegui se jugarán un puesto en la próxima Liga de Campeones en una lucha que se prevé intensa; el Sevilla es tercero con 51 puntos y el Getafe es quinto con 47, mucha tela que cortar. Por su parte, el Levante está a diez del descenso y parece que no sufrirá en lo que queda de temporada.