Daba comienzo la primera parte en Nervión cuando el Sevilla FC con una alta presión ponía en peligro a Ter Stegen que tuvo que despejar y deshacerse del cuero. Tras esta jugada, el conjunto blaugrana sería el encargado de llevar los compases del partido.

En el minuto dos, el uruguayo Luis Suárez encontraba un hueco entre la defensa para chutar directamente a las manos del meta sevillista, pocos minutos después, sería el conjunto comandado por Julen Lopetegui el que buscaba alguna ocasión con un centro que fue rechazado por la defensa blaugrana. En el minuto diez de partido, el colegiado González González concedería una falta lateral al Sevilla, la cual fue centrada por el extremo Munir, el rebote le cayó al central francés Jules Koundé el cuál, tuvo en sus botas la oportunidad de abrir el marcador pero el balón se marchó por la línea de cal.

El partido se mantendría igualado aunque era el conjunto de Quique Setien el que mantenía y ‘’dirigía’’ el encuentro. En el minuto trece, Messi tuvo en su pierna la oportunidad de marcar con una falta en el borde del área, pero la misma, era despejada por Koundé justamente debajo de los palos de la portería defendida por los sevillistas. Tras estas dos faltas una para cada conjunto, no se verían más oportunidades en el partido para ninguno de los equipos.

  • Agresión sin expulsión

Hay que destacar, que en los últimos minutos de la primera parte, una actitud bastante negativa por parte de Messi hacia Diego Carlos, haría que se formase una tangana en el área sevillista, en la que los más perjudicados sin duda fueron Fernando que obtuvo tarjeta amarilla por una disputa con Busquets, y el ‘’agredido’’ Diego Carlos. También destacar, que dicha ‘’agresión’’ del argentino, no se saldó ni si quiera con tarjeta amarilla ni tampoco González González fue a revisarla al VAR. Dicha falta en otro partido se hubiera solucionado con una expulsión.

Si se hubiese producido dicha expulsión, el partido habría sido encarrilado de diferente manera ya que el conjunto de Lopetegui se encontraría en superioridad numérica, y no sólo eso, el Barcelona perdería a su jugador más valioso, Messi. La víctima preferida de Messi sin duda, es el equipo nervionense. Es al conjunto que más goles le ha marcado, pero en la noche del viernes, no pudo seguir sumando para su saca personal de goles.

El primer tiempo acabó en tablas en el marcador, por lo que habría que esperar a la segunda mitad para ver si se abría el marcador.

En esta segunda parte, sería sin embargo el conjunto de Lopetegui el que llevaría los compases del encuentro. En el minuto cincuenta y cuatro Ocampos tuvo la primera ocasión clara de gol pero el meta Ter Stegen despejó el cuero con una mano. Tan sólo dos minutos después, su compañero Munir la volvió a tener y el meta blaugrana vuelve a despejar el balón.  Tras estas dos ocasiones, ambos conjuntos se mantenían sin encontrar ocasiones clarar de abrir el iluminador.

La ocasión más clara del encuentro, la tuvo sin duda el lateral izquierdo cedido por el Real Madrid, Sergio Reguilón, al cuál le caía el balón muerto en el área y chutó con su pierna mala y un poco mordido directamente a las manos de Ter Stegen. Si esta ocasión hubiese entrado, el encuentro hubiera cambiado por completo. 

Los últimos momentos del encuentro, los de Nervión se encontraron ‘’acorralados’’ por el equipo de Messi, que mantenían la posición encerrando al equipo de Lopetegui en su propio campo. Sin darles la posibilidad de robar el cuero y emprender jugada hacia campo blaugrana.
 
El partido en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán acabó con un empate en el luminoso, el Sevilla FC no consigue sumar nada más que un punto para el objetivo Champions.