El Betis se plantaba sobre el verde del nuevo San Mamés, donde aún no sabe lo que es ganar, con algunos cambios en el once inicial respecto al último partido frente al Granada. Rubi puso en el eje de la zaga a Marc Bartra en detrimento de Zou Feddal, y colocó a Guido Rodríguez en la sala de máquinas, en el lugar que ocupó Edgar González frente al conjunto nazarí. Además del regreso de Borja Iglesias a la punta del ataque en vez de Loren Morón, el técnico catalán optó por Diego Lainez como sustituto de Joaquín Sánchez, que se encuentra lesionado por unas molestias en el sóleo. Cuatro diferencias respecto al pasado lunes que tampoco sirvieron para sacar los tres puntos.

Por su parte, Garitano también cambió a uno de los integrantes de la zaga de centrales respecto al anterior encuentro frente al Eibar, dando preferencia a Unai Núñez sobre Yeray Álvarez. Unai López, en la tarde del sábado, ocupó el lugar en el que Mikel Vesga estaba situado contra el conjunto armero, además de introducir a Iñaki Williams en detrimento de Gaizka Larrazabal.

El primer y único gol del partido llegó muy pronto. Corría el minuto siete cuando Unai López lanzó una jugada a balón parado que llegó a Iñigo Córdoba, quien se atrevió a vascular con el esférico por la banda izquierda, la mandó al área, donde aterrizó en los pies de Íñigo Martínez, que con un sutil y espectacular taconazo de espaldas, batió a Joel Robles tras pegar la pelota en un Bartra anonadado por acción y que desvió la trayectoria del balón, lo que hizo imposible la actuación del guardameta.

Batra y Pedraza tratando de disputar un balón con Williams | Fotografía: LaLiga
Batra y Pedraza tratando de disputar un balón con Williams | Fotografía: LaLiga

Si el primer gol fue tempranero, la polémica no iba a tardar en llegar mucho. En el minuto 17 Emerson Royal cayó dentro del área, pero ni las protestas de los jugadores verdiblancos consiguieron que de ahí saliera una pena máxima favorable al Betis. Esta jugada desestabilizó levemente a los heliopolitanos, que a partir de ahí cometieron algún que otro error en defensa, como el de Bartra cuando intentando golpear el esférico simplemente dio una patada al aire, pero bien resuelto por el central en el último suspiro. Ante las desconexiones momentáneas cerca de la portería de Joel, los zagueros estuvieron atentos tratando de enmendar errores para no conceder ninguna ocasión. Además, también en la primera mitad, cabe destacar una acción muy valiente y peligrosa obra de Nabil Fekir, que frente a Unai Simón no pudo hacer más que enviar el balón por encima del travesaño.

Tras el paso por vestuarios, el conjunto de Garitano salió muy decidido a poner el 2-0, y así lo demostró Iñaki Williams tras una carrera en el minuto 46, marchándose con velocidad y decisión entre los rivales, una jugada que detuvo a la perfección Joel desviando el esférico. Pero el Betis, que mejoró sus prestaciones ofensivas con la entrada de Cristian Tello y Álex Moreno, no iba a tirar la toalla. Borja Iglesias, en el 57', tuvo la más clara para los verdiblancos hasta el momento, un disparo que repelió Unai Simón y que se colaba hasta el fondo de las mallas de no ser porque Íñigo Martínez se adueñó de la posesión justo cuando estaba a punto de atravesar la línea de gol. También tuvo su oportunidad Raúl García en el 59', que mandó el balón al travesaño.

La polémica volvió a salir en el minuto 73, cuando Ander Capa, dentro del área, se apoyó en Fekir, y el galo cayó al suelo. A pesar de tener de nuevo las protestas de los verdiblancos, no hubo pena máxima. Aun así el Betis estaba decidido a anotar, y esta vez fue Guido quien se atrevió a rematar una jugada lanzada por Sergio Canales a balón parado, y el chut del argentino se marchó desviado, aunque estaba en fuera de juego.

Canales lamentando su fallo en el penalti | Fotografía: LaLiga
Canales lamentando su fallo en el penalti | Fotografía: LaLiga

El Betis no quería dejar escapar más puntos en San Mamés, y Álex Moreno lanzó un centro desde la izquierda en el 80' que se marchó por encima del travesaño, pero que hizo moverse a Unai Simón. Precisamente por la testa del '15' pasó otra jugada minutos después. El lateral recibió el esférico de los pies de Canales, estuvo atento para rematar con la cabeza, a la par que el guardameta vasco tuvo que volar para detener la acción; pero Fekir, colocado en el sitio preciso, cogió el rechace, controló con el pecho, y lanzó un zurdazo que se coló por debajo de las piernas del portero del conjunto león, que se las ingenió para que la pelota no se colara hasta el fondo de las mallas. La intervención del VAR era necesaria, igual que la revisión de la jugada por parte del árbitro, y no concedió el gol, pero señaló un penalti por falta de Íñigo Martínez sobre el '8' bético, y el central también vio la cartulina amarilla.

Canales, con confianza suficiente, fue el encargado de lanzar el penalti, y contra todo pronóstico, envió el esférico por encima del travesaño. Pero en medio de este amargo sabor para el Betis, se produjo una noticia más que positiva para cualquier aficionado al fútbol. En el minuto 87, saltaba al terreno Juanmi Jiménez en el lugar de Guido Rodríguez, un jugador que nueve meses después volvía a sentirse futbolista.

Y en el añadido el Betis también siguió intentando poner emoción por medio de Fekir, que en el 91' lanzó un libro directo casi perfecto, que provocó la estirada de Unai Simón, ya que el balón iba hacia el fondo de las mallas. Pero el Athletic quería estar más tranquilo los últimos minutos y Asier Villalibre, el autor del gol del empate frente al Eibar in extremis, también quería ser protagonista contra los verdiblancos. El delantero, queriendo imitar a Íñigo Martínez en la jugada del único tanto del encuentro, recibió la posesión desde la banda derecha y remató de tacón, yéndose la pelota al larguero, y alimentando las ganas de los 'leones' de volver a celebrar una diana.

Dani García empujando el esférico | Fotografía: LaLiga
Dani García empujando el esférico | Fotografía: LaLiga

Un 1-0 que al Athletic de Bilbao le sirve para calmar los ánimos en un equipo que no conocía la victoria desde la reanudación de LaLiga, y les permite no descolgarse de los puestos de arriba de la tabla. Por su parte, el Betis, que encadena tres partidos sin ganar, ya puede dar por perdido el objetivo europeo, y necesita un triunfo que espante de una vez por todas el fantasma de un descenso que empieza a acechar. El próximo rival de los 'leones' será el Barcelona, a quien visitarán en el Camp Nou, mientras que los verdiblancos recibirán en el Benito Villamarín a un Espanyol que continúa en la última posición de la tabla, cada vez más herido.