Athletic Club y Betis llegaban a la cita en San Mamés siendo dos equipos que aún no conocían la victoria desde la reanudación de LaLiga. Precisamente por esa circunstancia, y porque ambos se jugaban mucho sobre el verde, Garitano y Rubi prepararon el partido a conciencia, cada uno a su forma, pero buscando el mejor método para llevarse tres puntos tan ansiados como balsámicos. Con los vascos a través del balón parado y los verdiblancos potenciando la velocidad por la banda, se preveía un duelo interesante en el feudo bilbaíno.

El Betis, insuficiente en San Mamés

Precisamente a raíz de una jugada ensayada llegó el único gol del partido, obra de Íñigo Martínez. Unai López lanzó un balón raso con un objetivo, Íñigo Córdoba, que buscando hueco en la banda izquierda, encontró al '4' del conjunto vasco, quien con una calidad al alcance de muy pocos, sacó a pasear su magia para finalizar la jugada con un taconazo de espaldas que pegó en Marc Bartra, provocando el desvío de la trayectoria del balón y que Joel Robles no se esperara el esférico de esa manera. Una acción maestra del cuadro bilbaíno, que supo rentabilizar y mucho este tipo de acciones.

El gol de los vascos dejó tocado a un Betis que se vio noqueado antes de tiempo, pero donde los centrales buscaron soluciones imposibles para enmendar sus propios errores y no crear más problemas a Joel. Una vez controlado el aspecto defensivo, los verdiblancos se atrevieron más a crear, a buscar peligro cerca de la portería de Unai Simón, sobre todo a raíz de la entrada en el minuto 57 de Cristian Tello y Álex Moreno, dos atacantes veloces y habilidosos que saltaron al terreno de juego buscando desequilibrar la zaga rival. Ahí precisamente llegó una ocasión increíble para Borja Iglesias, bien resuelta por Íñigo Martínez. 'El Panda' se plantó dentro del área, frente al meta rival, y picó el balón, inalcanzable para el portero aunque rozó la pelota con la manopla, pero ahí estaba el '4' del cuadro local para llevarse el esférico controlado. Y poco después, en el 59', fue Raúl García quien metió el miedo en el cuerpo a los béticos con un cabezazo directo al travesaño.

De uno de los cambios utilizados por Rubi, Álex Moreno, que también probó suerte con un centro que se envenenó en el aire, nació una acción que probablemente aún ronde por la cabeza de Sergio Canales. El '15' bético recibió el esférico, y bien plantado dentro del área, remató con la testa frente a un Unai Simón con unos reflejos infalibles. Con lo que no contaba el guardameta vasco era con la presencia de Nabil Fekir, que controló con el pecho y con tranquilidad, enviando el balón directo a la zurda para lanzar un misil ante el que el portero tuvo que ingeniárselas rápido y bien para evitar que no se colara hasta el fondo de las mallas, una vez que ya había pasado por debajo de sus piernas.

Guido Rodríguez frente a Unai Simón | Fotografía: LaLiga
Guido Rodríguez frente a Unai Simón | Fotografía: LaLiga

El VAR era necesario para conocer si el balón se había introducido en su totalidad en la portería, y al no ser así no subiría el gol al marcador, pero una falta de Íñigo Martínez sobre Fekir provocó que el árbitro señalara una pena máxima que podría haber cambiado el partido. Sergio Canales, el encargado de transformarlo y todo un experto en penaltis este año, frente a Unai Simón. Y cuando parecía que el Betis comenzaba a pensar en sumar al menos un punto, el cántabro envió el esférico por encima del travesaño, lanzando con la pelota todas las ilusiones de los heliopolitanos, que se marcharon de San Mamés sin nada positivo a lo que agarrarse. Ni tan siquiera un libre directo lanzado en el tiempo de descuento por el astro francés y que iba hacia el fondo de la red valió para lograr el empate, ya que fue bien atajado por el guardameta vasco. Y aunque Asier Villalibre también intentó pasado el 90' poner un tranquilizador 2-0 en el electrónico con un control parecido al que hizo el '4' vasco en el gol, el palo se interpuso en su camino.