Real Sociedad, Mallorca, Leganés y Sevilla FC. Estos han sido los cuatro últimos rivales del Fútbol Club Barcelona de Quique Setién, y todos ellos acumulan un denominador común: no han conseguido marcar un gol al meta titular del club azulgrana, el alemán Marc-André Ter Stegen. El portero culé, que tan sólo ha encajado 34 tantos en lo que va de temporada, ostenta la cifra de cuatro partidos sin recibir un solo gol, lo que habla de la fiabilidad defensiva de este Barça.

Se trata de una cifra de duelos consecutivos dejando la portería a cero que no se repetía desde la pasada temporada, en el mes de abril, cuando el conjunto dirigido por Ernesto Valverde estuvo cuatro partidos consecutivos sin encajar un solo gol: en el 2-0 contra el Atlético de Madrid, en el 0-1 contra el Manchester United en la ida de los cuartos de final de la Champions, en el 0-0 contra el Huesca y en el 3-0 contra el Manchester United en la vuelta de la eliminatoria europea.

Una racha superior la encontramos dos temporadas atrás, en el curso 2016/2017, cuando en la alternancia entre Claudio Bravo y el propio Marc-André Ter Stegen, el club catalán restó ocho enfrentamientos consecutivos imbatido en lo que al gol se refiere: 0-8 contra el Deportivo de la Coruña, 6-0 contra el Sporting de Gijón, 0-2 contra el Betis, 5-0 contra el Espanyol, 0-3 contra el Granada, 2-0 contra el Sevilla en la final de la Copa del Rey y, ya en la siguiente temporada, 0-2 contra el Sevilla en la ida de la Supercopa de España y 3-0 contra el conjunto andaluz en el partido de vuelta. Entonces, el meta chileno Claudio Bravo defendió la portería azulgrana cinco de aquellos enfrentamientos, mientras que Ter Stegen fue titular en los tres compromisos restantes.

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