Javi Calleja no sorprendió con la alineación. Sacó el once de gala en un partido que lo merecía, ante un rival directo por la lucha europea como es el Sevilla. En cambio Julen Lopetegui realizó muchos cambios respecto al once que escogió ante el Barça. De hecho, los tres delanteros que jugaron el pasado viernes empezaron en el banquillo, al igual que Jesús Navas y Sergio Reguilón en los laterales.

Álcacer aprovechó un buen movimiento de Gerard para abrir el marcador

Veintisiete grados había en Vila-real cuando Sánchez Martínez hizo sonar su silbato y el choque entre castellonenses y sevillanos dio comienzo. 

A penas se había cumplido el primer minuto de juego cuando Alcácer desaprovechó un error en el pase de la zaga sevillista. El ex del Valencia denotó su falta de velocidad y no pudo finalizar la jugada.

Muy activo estuvo Koundé por la banda derecha, llegando varias veces con peligro hasta el área rival. Su buen rendimiento en la primera mitad contrastó con el de su compañero de banda, Suso, al que apenas se le vio.

No tardó en llegar el primer gol del partido. Gerard Moreno salió de zona para meter un centro desde la banda derecha. Este movimiento descuadró a los centrales del Sevilla, que no vieron venir la llegada de Anguissa. El remate del africano lo detuvo Vaclík, pero el rechace le cayó a Alcácer que estaba con la escopeta cargada y remató raso para hacer el 1-0.

Escudero y Pau Torres sorprendieron con goles

A cinco minutos del 45, Zambo Anguissa hizo gala de su calidad con uno de sus ya característicos sombreros, pero tras completarlo se complicó la vida y perdió el cuero. El Sevilla no tardó en hacer llegar el balón a la banda izquierda, donde esperaba sin marca Escudero. Con un zurdazo, el lateral vallisoletano cruzó el balón haciendo inútil la estirada de Asenjo.

Cuando parecía que se iba a llegar con empate al descanso, un gran centro de Cazorla en un córner lo aprovechó Pau Torres, que con un gran giro de cuello cruzó el balón donde no pudo llegar Vaclík. El joven central nacido en Villarreal partió solo desde el punto de penalti, y puso por delante a los suyos. Uno de esos goles psicológicos que tanto daño hacen al que lo recibe.

El Sevilla mejoró mucho con los cambios, y el Villarreal sufrió hasta el último minuto

Lopetegui no lo veía nada claro, y decidió gastar tres de los cinco cambios antes del inicio del segundo tiempo. Suso y Rony Lopes, inoperantes en ataque, dejaron su puesto a Munir y Ocampos en la zona de ataque. Sergi Gómez, salió por Jesús Navas, que ocupó el lateral derecho, donde estaba jugando Koundé. El francés volvió a su posición habitual, la de central.

La segunda mitad la dominó de principio a fin el Sevilla, que tuvo muchas ocasiones y no sufrió nada atrás. Mario Gaspar dejó muchos espacios durante todo el partido por su banda. En una de esas ocasiones, Navas vio que Munir estaba solo, y le centró un balón que el ex del Barça remató en una acción de mucho mérito. El empate llegaba a media hora del final y el Sevilla siguió buscando el gol de la victoria.

Asenjo, que ya había hecho una intervención de mucho mérito antes del empate de Munir, fue clave para que el Villarreal no acabara perdiendo. En el 85, la defensa amarilla dejó solo en el área pequeña a Luuk De Jong. El neerlandés, en posición reglamentaria, remató a placer, pero la mano de Asenjo evitó el tanto y mantuvo el empate a dos. Resultado que se mantuvo hasta que llegó el pitido final de Sánchez Martínez.

Para el recuerdo quedará el regreso de Bruno Soriano, que 1.128 días después, volvió a pisar un terreno de juego, volvió a sentirse futbolista, y a disputar minutos en una competición oficial.