Cinco jornadas, algo que hubiera sido casi mes y medio en una disputa de competición normal, pero que en la liga post confinamiento son apenas dieciocho días para el final. Con ese margen ha sellado el Granada CF su continuidad un curso más en la máxima categoría del fútbol español. Los de Diego Martínez alcanzan los 46 puntos gracias a los tantos de Antoñín y Soldado, dejan atrás de manera matemática el descenso, y hacen soñar a una ciudad que quiere ver fútbol europeo en Los Cármenes por primera vez en su historia.  

La acumulación de encuentros en tan poco tiempo obligó a Diego Martínez a agitar el equipo, y también el sistema. El Granada saltó a Mendizorroza con un 3-4-3 que complicó, de inicio, a un Alavés que anduvo algo perdido en las marcas individuales.

Gil Dias fue la gran novedad en el carril izquierdo, en lo que supuso el primer descanso post confinamiento para un Neva agotado en los tramos finales de partidos anteriores. Otras de las sorpresas en el once fueron la vuelta de un Martínez que se ha quedado como cuarto central de la plantilla, y la inclusión de Antoñín en banda derecha. Un Antoñín que nunca olvidará la fecha del 1 de julio de 2020, porque ha marcado su primer gol en Primera con el Granada CF.

En el bando albiazul, Lucas Pérez regresó de nuevo al equipo tras unas molestias musculares que lo habían tenido alejado del verde en los últimos compromisos de los de Garitano. Un Alavés que se propuso hacer daño con varias internadas por banda izquierda buscando las cosquillas a Foulquier. Tanto Rubén Duarte, como Rioja, como Lucas Pérez con caídas a ese costado izquierdo, intentaron sacar centros que comprometieran a un Granada que no pasó apuros en estas primeras intentonas locales.

Pese a que Aarón no tuvo que intervenir en exceso, solo en un disparo mordido de Duarte que atrapó con facilidad, los de Vitoria iban con una marcha más en el primer tramo de choque. Los de Garitano tuvieron mayor precisión en las entregas para alcanzar líneas ofensivas, y dificultaban la circulación de un Granada espeso a la hora de combinar.

Una incursión por derecha de Foulquier, que devolvió Soldado con un taconazo marca de la casa, acabó con un disparo muy desviado de Yangel Herrera desde la frontal, en lo que fue la primera llegada con algo de peligro por parte nazarí. Una ocasión que sirvió de aviso para el Deportivo Alavés. Y es que en la acción posterior, una buena pared entre Puertas y Soldado acabó con un disparo del almeriense que rechazó Roberto.

En el rechace, un atento pero muy nervioso Antoñin, consiguió batir al guardameta local y adelantar al Granada CF en la segunda llegada rojiblanca. Y es que a punto estuvo Roberto de negarle el gol al exjugador del Málaga, pero esta vez sí, la fortuna sonrío a un Antoñín que no había empezado con buen pie su andadura en Granada.

El gol animó el encuentro y Magallán perdonó una ocasión inmejorable tras un servicio lateral. El zaguero se encontró tan solo en una zona en la que tan pocas veces se ha visto, que su remate pareció más un despeje que un intento de batir a Aarón. Si la fortuna sonrío al Granada en el gol de Antoñín, la moneda volvió a salir cara para los de Diego Martínez en el remate fallido de Magallán, justo antes de la primera pausa de hidratación del encuentro.

Tras el parón, la dupla atacante local fabricó una nueva oportunidad para el Alavés. Joselu, con un taconazo sublime, dejó el esférico en bandeja a un Lucas Pérez que sacó un zapatazo directo a la madera. En la acción siguiente, un Antoñín todavía nervioso por la euforia de anotar su primer gol como nazarí, topó con Roberto en una acción que acabó con cartulina amarilla para el joven goleador.

En el tramo final de primer acto, el Alavés continuó buscando con insistencia pero sin acierto, la meta de Aarón, una y otra vez por su banda izquierda de ataque, pero Foulquier siguió mostrando una versión sólida como en la mayoría de veces que ha participado esta temporada.

El choque llegó al descanso con un marcador favorable a un Granada que aprovechó una de las pocas que tuvo para ponerse por delante en un encuentro en el que el Alavés propuso más, dispuso de oportunidades, pero no consiguió ver puerta.

El chamán realizó una permuta en el tiempo de descanso, y el más feliz de los veintidós que iniciaron el encuentro, Antoñín, se quedó en la caseta para que Darwin Machís ingresara en su lugar en busca de mayor pólvora ofensiva y de verticalidad en las transiciones ofensivas rojiblancas.

Tener a Roberto Soldado siendo un equipo recién ascendido es oro puro. El valenciano inició él mismo una jugada con una descarga de cara en el centro del campo para, posteriormente, y tras una gran combinación entre Gil Dias y Machís, batir a Roberto con un disparo desde la frontal más propio de un golpeo de golf que de un remate futbolístico. Una manera inmejorable de iniciar el segundo acto y de darle la razón a Diego Martínez con la inclusión de un Machís decisivo en el tanto. La pegada rojiblanca estaba pasando por encima de la insistencia albiazul.

A Garitano no le quedó más remedio que realizar un triple cambio para darle un lavado de cara a un Alavés que se había topado con dos zarpazos granadinos que le habían puesto cuesta arriba el sacar algo positivo. Cómodo con el resultado, el cuadro de Diego Martínez empezó a ser dominador mediante el esférico, pero en una buena acción individual de Burke, Aarón realizó una intervención de mérito para evitar que los albiazules volvieran a entrar en el partido a 25 minutos del final.

Darwin Machís estuvo bien cerca de poner la puntilla al encuentro, pero tras un cuerpeo con Aguirregabarria en su camino hacia la meta, Roberto consiguió sacar el remate del venezolano cuando el cuero ya cruzaba la línea de gol. Tras la ocasión, Carlos Fernández y Eteki ingresaron en el verde por Soldado y Herrera para darle aire fresco al equipo en busca de cerrar un triunfo importante para certificar la permanencia, y quién sabe, ponerse a soñar en grande de aquí al final de temporada.

Tras unos minutos sin acontecimientos importantes, Diego Martínez quiso guardar algo de ropa y puso sobre el tapete a Víctor Díaz, en detrimento de un Puertas que se encontró muy cómodo durante su periplo en el campo. Con su entrada, Foulquier pasó al flanco zurdo de la zaga, y Gil Dias, que realizó una gran actuación durante todo el encuentro, pasó a gozar de mayor libertad actuando por delante de Víctor Díaz.

El Alavés fue poco a poco diluyéndose, como si de un azucarillo en un vaso de café se tratara, a la par que el Granada, con la tranquilidad de un resultado favorable, continuó apretando arriba y buscando la puerta de Roberto, pero sin llegar a sacar un remate limpio en ninguna de sus aproximaciones.

El resultado permitió a Diego Martínez hacer debutar en Primera a Mario Rodríguez, jugador del Recreativo Granada que ya había gozado de oportunidades en la competición copera, pero no en liga.

Triunfo de oro para el conjunto nazarí que certifica la permanencia de manera matemática con la victoria conseguida en Mendizorroza y se reengancha a la pelea por la séptima plaza de cara a las próximas cinco finales. Por otro lado, el Alavés se queda seis puntos por encima de la zona de la quema y deberá seguir peleando para continuar un año más en la élite del fútbol español.

Ficha técnica

Deportivo Alavés (0): Roberto, Ximo Navarro (Aguirregabirria, 62’), Laguardia, Magallán, Duarte (Adrián Marín, 83’), Camarasa, Pina (Pere Pons, 70’), Aleix Vidal (Édgar, 62’), Rioja (Burke, 62’), Lucas Pérez, Joselu.

Granada CF (2): Aarón, Domingos, Vallejo, Martínez, Foulquier, Azeez, Herrera (Eteki, 67’), Gil Dias (Mario, 89’), Antoñín (Machís, 45’), Soldado (Carlos Fernández, 67’), Puertas.

Goles: 0-1, Antoñín (25’). 0-2, Soldado (49’).

Árbitro: Prieto Iglesias (comité navarro). Ha amonestado a los locales Duarte, Aguirregabirria y Pere Pons, y a los visitantes Antoñín y Soldado.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada número treinta y tres de la Liga Santander.

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