Regresó el fútbol al Di Stéfano para vivir un derbi madrileño. Real Madrid y Getafe se han medido por algo más que tres punto. Los blancos tenían en sus pies aprovechar el nuevo pinchazo del Barcelona frente al Atlético de Madrid, mientras que el Getafe, de ganar, podría meter presión al Sevilla y superar en la clasificación al Villarreal.

Salió Zidane con un once de gala para dar un golpe sobre la mesa. La portería fue para el de siempre, el ‘casi’ nuevo Zamora de La Liga, Thibaut Courtois, defensa comandada por el capitán Sergio Ramos junto con Varane, Mendy y Carvajal a los costados. Centro del campo para la vieja guardia, Kroos, Casemiro y Modric junto a un Isco que irá rotando la posición con los dos de arriba; Vinicius Jr la sernsación del real Madrid tras el parón, y Karim Benzema.

En el otro bando, Bordalás Salió con un claro 4-5-1, que no suele ser usual, pero sí lo fueron los nombres que componían su once. En portería David Soria, defensa para Olivera, Djene, Etxeita y Damián Suarez, centro del campo para Maskimovic, Arrambarri y Timor y junto a ellos un poco más abiertos, Cucurella, Nyom y en punto Jaime Mata.

Comenzó el encuentro con un Real Madrid que jugó a lo que Bordalás quiso, pues el Getafe supo anular muy bien a los blancos. Los cinco centrocampistas que Bordalás puso sobre el césped dificulto la salida de balón de Madrid y de Kroos. El partido empezó con la dureza que se esperaba por parte de los azulones, ni siete segundos y cartulina amarilla para Maskimovic. La primera del encuentro llegó de las botas de Benzema, que con el exterior, mandó un tímido balón a puerta que paró fácil David Soria. Que no volvería a aparecer minutos después con una gran parada a Vinicius en una de las pocas jugadas donde el Real Madrid pudo desarrollar su juego. Courtois también tubo trabajo en el primer asalto, Etxeita, estuvo a punto de darle un susto al portero del Real Madrid que tuvo que estirarse para sacar el baló de la portería. Con el Getafe muy cómodo y el partido controlado casi llega el primero para los blancos, Isco fue el que metió en un aprieto a Soria que estuvo muy atento para mandar el balón a córner y seguir con el 0-0 en el marcador. Tras el parón para hidratarse Varane tuvo que ser sustituido por un fuerte golpe en la cabeza, Militao sustituyó al francés. Poco más se vio sobre el verde del Di Stefano en la primera parte.

Foto: Real Madrid
Foto: Real Madrid

La segunda parte comenzó con el miso guion, pero con el Getafe con una marcha más. Los blancos no conseguían pasar del centro del campo, culpa, en parte, del pésimo partido que Isco ofreció para los suyos, sus perdidas metieron en complicaciones a los de Zidane; Mendy tampoco tuvo su noche, dado que regaló varios balones desde la frontal del área. El entrenador del Real Madrid comenzó a mover el banquillo y se vio obligado a hacer un triple cambio, entraron al campo Asensio, Rodrygo y Valverde por Vinicius, Isco y Modric para darle otra tónica al partido y así fue. El Real Madrid empezó por fin a crear peligro de forma insistente, el encuentro comenzaba a romperse y cada vez eran más las limitaciones del Getafe. Bordalás también movió ficha, Hugo Duro, Ángel y Jorge Molina saltaron al campo para intentar dar el zarpazo en Di Stéfano.

El Real Madrid iba poco a poco ganando metros en campo rival y una buena jugada jugada de Carvajal, que empezó Benzema, provocó el penalti que terminaría por decidir el encuentro. Oliveira derribó al lateral derecho del Real Madrid y Sergio Ramos tumbó a un Getafe que hizo sufrir al líder.

Muy poco de Isco

El malagueño no estuvo fino, ni en el encuentro contra el Getafe, ni en los que ha disputado post-parón. Muy errático, muy fallón, dejando al equipo roto y no creando superioridad alguna. Aún así Zidane sigue apostando por él. Fue sustituido sobrepasando el minuto sesenta y su pésimo estado de forma y la poca incidencia que tiene en el juego puede costarle caro, ya que hay jugadores que parece que tienen más hueco como Valverde o Modric.

Otra vez el camero para poner las cosas en su sitio. El Real Madrid ganó y lo hizo desde los once metros. Sergio Ramos mandó el balón al fondo de la red en el que ya es su noveno gol esta temporada y se convierte, de forma holgada, el segundo máximo goleador del conjunto blanco.