Llegaba la hora de la verdad para los de Pellicer tras unas jornadas titubeantes, donde se ha podido ver a dosis iguales el compromiso, esfuerzo y fe de la plantilla en contraposición con la alarmante falta de producción ofensiva. El Albacete Balompié era el primer peldaño de los dos seguidos que enfrenta el equipo costasoleño con el objetivo de conseguir una permanencia que permita hacer tabula rasa lo antes posible y planificar (si es posible) una próxima temporada ya de por sí incierta en lo deportivo, y judicial.

Pellicer volvía a apostar por la solidez defensiva de los últimos partidos apuntalando con tres centrales el eje de la zaga y volviendo a dejar los carriles completamente libres para Cifu y Juankar. Volvía al once la medular compuesta por Adrián y Keidi. Y aquí es donde debemos hacer un inciso; con un Adrián con el depósito en reserva desde hace varios partidos y un Keidi Baré absolutamente descentrado, como demostró en su (nueva) expulsión, tanto justa como innecesaria, máxime cuando tenía su cambio preparado en la banda desde la primera amarilla.

En cuanto al encuentro, obedeció al guión del miedo y el excesivo rigor táctico que plantearon tanto Lucas Alcaraz como el entrenador Malaguista, aunque con varios episodios de total desconexión del equipo local que casi le costaron los tres puntos. Un claro ejemplo de estos "chispazos" fue la oportunidad clarísima, casi al filo del descanso, donde una indecisión aderezada de varios fallos concatenados de Munir y Lombán casi dejan el balón en bandeja a Fuster; también algo perdido hasta su sustitución.

El reinicio fue similar, con ambos conjuntos muy encorsetados y con algo más de peligro para el equipo visitante, que no lograba conectar con Zozulya de manera clara. La primera oportunidad clara del lado malaguista vino también en los compases iniciales de la segunda parte, con un disparo fuerte de Keidi Bare que Brazao despejó a corner con solvencia.

Acto seguido, la mejor jugada del Málaga con una internada de Juankar hasta linea de fondo que no encontraba rematador ponía punto y coma al encuentro, con un cambio inusual de Sergio Pellicer que optó por unir en el campo a Buenacasa y Sadiku, en detrimento de un, hoy gris, Tete Morente.

Quizás este cambio era el primero de una sucesión de movimientos tácticos que acabaron desechados por la acción del encuentro. Keidi Baré, otra vez, se autoexpulsaba con dos entradas al límite seguidas, acompañadas de todo un espectáculo de gesticulaciones, amagos y cruces dialécticos que apoyaban la decisión arbitral. Tan claro lo veía Pellicer que incluso el cambio de Benkhemassa, ya preparado, se truncó en los siete minutos escasos que hubo entre ambas amarillas, teniendo que ser sustituido finalmente Juanpi.

Quedaba el Málaga con diez jugadores, aunque pisó más el área rival en inferioridad gracias a Hicham, que realizó un par de jugadas incisivas; una de ellas casi con premio al envenenarse un centro que volvió a resolver el portero Brasileño del Albacete. Así, poco a poco, el Albacete comenzó a creer que podía sacar algo positivo, teniendo varias ocasiones llenas de suspense con balones divididos. Un tremendo disparo desde fuera del área a Álvaro Jiménez, precedido de un error de Munir en el saque, espoleó a los de Lucas Alcaraz a buscar la victoria que rozaron en una triple jugada donde una parada de Munir propició sendos errores de Maikel Mesa y Álvaro Arroyo cuando todo parecía propicio para embocar el gol que decidiese el encuentro.

Con el miedo en el cuerpo nos dejó ese final, y a estas horas aún no ha desaparecido. Empate y gracias, como dirían los puristas, en un encuentro donde el punto conseguido, visto el desarrollo de lo acontecido hoy en la Rosaleda, probablemente acabe valiendo oro. Siempre y cuando el miércoles se gane, claro.

Ficha Técnica:

Málaga: Munir; Cifu, Juande, Lombán, Diego González, Juankar; Keidi Bare, Adrián; Juanpi (Benkhemassa, 72'), Tete Morente (Buenacasa, 60') y Sadiku.

Albacete: Brazao; Pedro Sánchez, Arroyo, Kecojevic, Fran García (Caballo, 82'); Acuña (Ávaro Jiménez, 57'), Maikel Mesa, Barri (Erice, 75'), Dani Ojeda; Fuster (Susaeta, 82'), Zozulia.

Árbitro: Iñaki Vicandi Garrido (Comité Vasco), amonestó a Arroyo (41'), Sadiku (60'), Adrián (61'), Diego González (67'), Buenacasa (94'), Álvaro Jiménez (94'). Expulsado por doble amarilla a Keidi Bare (71')

 

 

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