El último derbi de la temporada reunía en el Camp Nou a los dos equipos de la ciudad, Barcelona y Espanyol, para vivir una noche importante para los intereses de las dos plantillas. Los culés no podían permitirse ni un tropiezo más si querían mantener vivas las esperanzas de revalidar el título de Liga Santander y seguir presionando al Real Madrid en el liderato. Por su parte, los pericos podían confirmar en el templo rival su descenso a Segunda División y es que solo los tres puntos en juego permitían alargar su vida en Primera.

Prueba de ello han sido las alineaciones de ambos técnicos, y es que Setién no ha guardado potencia en el banquillo, apostando por Sergi Roberto en el centro del campo y el tridente al completo en la zona atacante; Rufete, por su parte, debía hacer frente a la baja por sanción de Calleri, uno de sus hombres más determinantes.

El encuentro ha arrancado con una alta e intensa presión de los locales sobre los blanquiazules, que apenas podían combinar más de tres pases seguidos. Griezmann ha vuelto a situarse en una posición intermedia mientras Messi reculaba metros para facilitar la creación de un juego fluido. La primera oportunidad la ha tenido Luis Suárez desmarcándose por la derecha, aunque el colegiado ha terminado anulando la acción por posición antireglamentaria.

Un arranque igualado

La posesión se decantaba cerca del 90% para los locales, que acolaban atrás a los pericos haciendo gala del buen tono del equipo, que pintaba a mano las jugadas más creativas del encuentro. Sin embargo, Ter Stegen ha tenido que salvar la portería en una llega de Embarba tras el pase de Marc Roca al espacio.

Buen planteamiento defensivo del Espanyol

Al paso de los minutos el Espanyol ha intentado sentirse más cómodo sobre el terreno de juego, avanzando metros en transición y elevando un poco más su porcentaje de posición. Cabrera era uno de los nombres más reconocibles en el primer cuarto de hora de los pericos, que sorprendían con su buena colocación y los pocos espacios concedidos al Barça. Antes de la media hora de juego, Griezmann intentaba encarar la defensa rival, dejando a Messi una buena ocasión a balón parado aunque la esférica ha salido milímetros por encima de la portería de Diego López.

Poco después ha vuelto a ser Luis Suárez quien desaprovechaba la mejor oportunidad para adelantar al Barcelona en el marcador, con un cara a cara ante el guardameta rival. Los de Rufete empezaban a encontrar la manera de bloquear las llegadas azulgranas al área, viendo el último encuentro ante el Villarreal como un espejismo. 

Vuelve la polémica arbitral

Antes del descanso ha llegado la ocasión más peligrosa del encuentro en favor del Espanyol, con una providencial intervención de Ter Stegen y Piqué para evitar la diana de Dídac, que ha mandado el balón a la madera de la portería. Tras un buen arranque de Sergi Roberto con Messi, el descanso ha mandando a ambos equipos con el 0-0 en el marcador.

El colegiado expulsa a Ansu Fati | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
El colegiado expulsa a Ansu Fati | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

En la represa del juego Setién ha dado entrada a Ansu Fati en el lugar de Semedo, reculando metros a Sergi Roberto hasta el lateral derecho que defendía el portugués. Munuera Montero ha tenido que detener el juego por la falta del canterano ante Calero y, tras varias revisiones del VAR, el colegiado ha decidido mostrarle la roja directa y dejar al Barcelona con diez hombres, un factor que condicionaría todo el por venir del partido.

En la siguiente jugada los ánimos se han caldeado con una dura falta de Lozano sobre Gerard Piqué y el procedimiento ha seguido el mismo curso: las revisiones del VAR también han dejado a los de Rufete con un hombre menos, por lo que la igualdad volvía a ser real.

El fútbol vuelve a elegir al Barcelona

Tras los minutos de polémica el fútbol ha vuelto a ser el epicentro del partido y ha sido Luis Suárez el protagonista del primer gol de la noche. Jordi Alba asistía en profundidad a Griezmann y el francés, dejándola atrás, permitía al uruguayo mover la electrónica en el minuto 55. Los pericos han dado entrada a Darder en sustitución de Calero, intentando recomponer al equipo tras la expulsión, aunque no han aprovechado la oportunidad de la falta directa realizada por Lenglet.

Uno de los protagonistas del segundo tiempo ha sido Diego López, que ha detenido a Leo Messi una de las ocasiones más claras. La intervención del guardameta ha sido providencial para salvar el 2-0, cuando el argentino ya veía dentro la esférica. Poco después, Quique Setién volvía a sacudir el banquillo recambiando a Griezmann por Arturo Vidal, buscando piernas frescas e ideas en ataque mientras que los blanquiazules daban entrada a Campozano por Embarba.

El juego volvía a estancarse y bajar de intensidad, sin que ninguno de los dos equipos tomase la directa de forma clara. Braithwaite ha sustituido a un Suárez poco creativo en el último tramo de partido mientras Dídac tumbaba a Messi en el césped, que no aceptaba las disculpas del perico.

El Espanyol desciende a Segunda División

El Espanyol intentaba aprovechar los últimos instantes de partido para intentar marcar el gol del empate y no confirmar la trágica noticia, aunque un correcto Ter Stegen ha evitado el remate de Raúl de Tomás dentro del área pequeña. Toda la plantilla ha estallado en protestas hacia Munuera Montero pidiendo la pena máxima por unas supuestas manos de Arturo Vidal, aunque la acción no ha sido señalada.

El Espanyol ya es equipo de la Liga Smartbank

Setién ha aprovechado el minutaje de añadido para dar entrada a Araujo en sustitución de Rakitic. A pocos segundos del pitido final, Bernardo ha mandado la esférica por encima del travesaño de Ter Stegen. Sin tiempo para más, el encuentro ha terminado con el 1-0 en favor del Barcelona, que permitía seguir creyendo en que la Liga Santander podría acabar siendo azulgrana.

Por contra, el Espanyol certificaba matemáticamente su descenso a Segunda División en el terreno de juego del eterno rival, una terrible pesadilla para la afición perica, que no ha sabido encontrar motivos para sonreír a lo largo de la temporada.