La Real Academia Española de la Lengua define el término casualidad como "la coincidencia de dos sucesos". A eso podrán agarrarse desde la Liga o desde el Comité de árbitros para justificar lo acontecido ayer en Vallecas. Tras un encuentro marcado por dos penaltis más que discutibles en contra del Numancia, Higinio Marín era expulsado por "dirigirse al cuarto árbitro de forma exaltada, voz en grito y con los brazos en alto en los siguientes términos: "pero esto qué mierda es". Casualmente, el asistente de Galech Apezteguía, es Collado López, natural de Albacete, rival por la permanencia con los sorianos. ¿Casualidad?

Un penalti inexistente, otro riguroso, y una expulsión exagerada

El partido transcurría con normalidad hasta que al árbitro navarro Galech Apezteguía le apeteció erigirse en protagonista del encuentro. Lo cierto es que el primer penalti señalado contra el Numancia, el cual es inexistente en palabras de miembros consultados del colectivo arbitral, no fue apreciado por el árbitro de campo sino que fue avisado desde el VAR para que el navarro lo revisara. Y así fue, Galech Apezteguía se dirigió a la pantalla encargada de impartir justicia, en teoría, y decretó la pena máxima por una mano de Escassi que es imposible de determinar pese a estar viendo la jugada durante dos horas seguidas.

El encuentro entre madrileños y sorianos continuó por sus  derroteros y se llegó a un 2-1 tras los goles de De Frutos, Mario Suárez e Higinio. Pero volvió a entrar la actuación arbitral en juego. Galech Apezteguía nuevamente señaló el punto de penalti. Esta vez sería por un choque entre Iván Calero y Juan Villar, donde el lateral rojillo protegió el balón con el cuerpo y el delantero vallecano se aprovechó del contacto para exagerar la jugada y pedir la pena máxima. En este caso no hubo aviso del VAR, que no consideró oportuno instar al colegiado de campo para que revisara la jugada, y el propio Juan Villar fue el que transformó el penalti.

Pero, aun así, por si no fuera poco castigo para el cuadro de Luis Miguel Carrión, llegaría el chivatazo del cuarto árbitro, de un manchego, más concretamente de un albaceteño. Collado López instó a Galech Apezteguía a expulsar a Higinio por gritar "pero esto qué mierda es". Y el árbitro navarro, no lo dudó, donde caben dos errores caben tres. Higinio Marín a la calle.

Y es que, no puede ser justificable la actuación del de Calasparra pero, como árbitro, se debería comprender la frustración en un jugador que está luchando por la salvación tras haber sufrido dos penaltis, como mínimo, más que dudosos. De hecho, tal y como comentó Luis Carrión en rueda de prensa, un jugador del Rayo Vallecano gritó exactamente lo mismo y no fue ni amonestado.

Insistimos, Collado López, natural de Albacete, de donde es el club que ahora mismo está marcando la salvación y que tiene en el Numancia a uno de los rivales por huir de la quema... ¿Casualidad? El club soriano ha recurrido la expulsión de Higinio y la amarilla a Nacho Sánchez ya que ambos se perderían, de no prosperar el recurso, el duelo frente a la Ponferradina de este domingo, en el que el Numancia debe ganar para continuar en Segunda División.

 

 

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