Betis y Alavés llegan al partido en situaciones muy diferentes. Si en algo coinciden ambos conjuntos es que la temporada ha sido muy complicada en cuanto a resultados y sensaciones se refiere. El Betis ya salvado buscará poner punto y final a esta temporada tan gris prolongando el buen juego que demostraron en su partido frente al Atlético. Los de Alexis ya sin la presión del descenso jugaron uno de los mejores partidos de la temporada plantando cara a un equipo siempre muy complicado como el el Atlético de Madrid. 

Los vitorianos en cambio han vuelto muy mal tras el parón y se les ha complicado un montón la situación. El nerviosismo se ha apoderado de los albiazules que ven impotentes cómo se hunden sin poder hacer nada. El cambio de entrenador a la desesperada para hacer frente a este último tramo de temporada no parece haber sido un acierto y es que los babazorros no remontan el vuelo y a falta de dos jornadas están en la cuerda floja y las sensaciones que desprenden no son ni mucho menos positivas. Con dos finales por delante tratarán de salvar la categoría y es que los de López Múñiz necesitan ganar uno de los dos partidos para sellar la permanencia.

Un regreso a la competición nefasto 

La sensación que han transmitido ambos equipos tras el parón es de dos conjuntos sin rumbo, directos al abismo. Los béticos sólo han conseguido ganar dos partidos tras el parón, ante Osasuna por 3-0 y contra el Espanyol por 1-0. Comenzaron con una derrota muy dolorosa ante el Sevilla y a raíz de ahí el equipo se vino abajo y encadenó una serie de partidos desastrosos. Un equipo que ha encajado bastantes goles en su retorno a la competición dando una sensación de fragilidad defensiva alarmante. La derrota por 4-2 frente a los granotas dejó en evidencia a una zaga muy cuestionada durante toda la temporada por los constantes errores y pérdidas de concentración.

El Alavés, más de lo mismo. Los vitorianos solo han conseguido ganar un partido después del parón, con cuatro puntos de 27 posibles, el conjunto vasco se ha hundido hasta el punto de jugarse el descenso en estas dos últimas jornadas. La situación tan desoladora para los albiazules tiene su origen en que el equipo ha perdido esa solidez defensiva tan característica de los conjuntos vascos y sobre todo ha perdido gol. Tras el retorno a la competición tan solo ha marcado tres goles en nueve partidos y ha encajado demasiado. La derrota por 6-0 ante el Celta hacía presagiar que el equipo no estaba bien, y a raíz de esa derrota tan abultada no ha conseguido levantar cabeza.

Mucha igualdad entre ambos

En los últimos cinco partidos que han enfrentado a ambos equipos, el empate ha sido la línea dominante, y es que tres han sido los empates que han cosechado ambos conjuntos en las últimas fechas. Siempre han sido partidos muy igualados y con pocos goles. En el último enfrentamiento entre vascos y andaluces el empate a uno fue el resultado final. Un partido muy disputado con un Betis que perdonó bastante y que sufrió en los minutos finales al quedarse con uno menos por la expulsión de Feddal.

La última victoria del Alavés ante los béticos fue en la temporada 2016/2017 con un resultado muy abultado a favor de los babazorros que asaltaron el Villamarín venciendo 1-4. A raíz de ese partido el Alavés no ha vuelto a vencer al Betis ni como local ni como visitante. Y es que tras esta victoria, el balance ha sido de dos victorias a favor de los de La Palmera y tres empates.

A nivel histórico el balance es favorable para el Betis. De los últimos 31 enfrentamientos, 14 se los ha llevado el Betis y nueve el Alavés. Todo hace indicar que el Betis por plantilla y por la calma que da haberse salvado y estar en la zona tranquila puede llevarse los tres puntos frente a un equipo que está viviendo una agonía. Pero en esto del fútbol nunca se sabe y lo que sí que es seguro es que los de Vitoria irán a certificar la permanencia al Villamarín y arrebatarle los tres puntos a los de Alexis que vienen crecidos tras su gran partido en el Wanda.