El Cádiz Club de Fútbol, ya ascendido a Primera División le basta con un empate para ser campeón de la categoría de plata del fútbol español, visita al Girona, con necesidad de llevarse los tres puntos para certificar los 'play offs' de ascenso.

El cuadro gaditano saltaba al césped de Montilivi con un once inicial completamente reformado, salvo Cifuentes y Fali lo demás han sido rotados. En defensa lo forma Marc Baró, Sergio González, Fali y Akapo; en la medular lo forman Agusto Fernández y Edu Ramos; Pombo, Bodiger e Iván Alejo se colocan en la banda derecha, mediapunta y en banda izquierda respectivamente; En punta de ataque el elegido es Malbasic.

Pronto comienza a moverse el marcador. Stuani, en el minuto nueve del partido anota un gol adelantandose con facilidad a la defensa gaditana, pero el arbitraje anula el gol local por fuera de juego. Pero la frustración de verse privado del gol no dura mucho tiempo, en el minuto 22, casi en una jugada calcada a la anterior, de nuevo Stuani anota un gol en un mano a mano con Cifuentes.

En el transcurso del primer tiempo, a pesar de ir por detrás del marcador, el conjunto visitante no son capaces de acercarse al área del equipo local y, menos aún, de generar peligro en el juego.

En la segunda mitad del encuentro, sin apenas tiempo para desarrolllar el juego, se pita penalti en contra del Cádiz CF, tras una mano involuntaria de Fali. Stuani mete el 2-0.

Los cambios realizado por Álvaro Cervera parece dar con la tecla y ver una cierta mejoría en el juego del Cádiz. Salvi, Duarte, Álvaro Giménez, Perea y Álex Fernández son los refresco en el campo. Esto se tradujo en mayor movilidad del balón y más ataque del cuadro cadista.

En el minuto 84 de juego, en un derribo del local Mojica a Salvi en el área local se transforma en penalti para los gaditanos y expulsión del defensa por doble amarilla. El gol lo transforma Álex.

Pero la supeoriedad numérica dura bien poco, minuto 88, Alberto Perea es expulsado por roja directa. Por lo que Girona y Cádiz juegan con 10 jugadores cada uno.

Una derrota que deja a los amarillos con el deber de ganar ante el Albacete si quieren ser campeón de Segunda.