Entre la convergencia del río Llobregat y el Anoia, el municipio de Martorell abrazaba la llegada al mundo de Jana Fernández una fría jornada de febrero. Entre acordes de jazz y el cobijo de un balón, la catalana acabaría trasladándose a Sant Esteve Sesrovires afilando las bases de un idilio que perduraría en el tiempo. Dispuesta a sujetar las riendas de un futuro prometedor, Jana decidía hilvanar sus sueños al sostén del esférico. Sin dudas, con una madurez insólita con apenas seis años, la catalana vociferaba al mundo que sus mejores notas brotarían con el roce del balón.

Poco a poco, convirtiendo en mucho cada zancada, Jana no tardó en entender que todo gran viaje comenzaba saboreando las pisadas del camino. Al amparo del Sant Esteve Sesrovires FC, Jana empezaba a liberar un vaivén de buenas sensaciones que apenas tardarían en resonar en la cantera azulgrana. Sin perder de vista los tintes de una ambición marcada con vehemencia, el portón de La Masía entreabría la cancela para dar la bienvenida a una auténtica gema que no tardaría en relumbrar. Con sólo 10 años y todo el porvenir aguardando su aparición, Jana Fernández cruzaba con lozanía una de las puertas más codiciadas del cosmos del balompié.

Jana en un amistoso con el primer equipo ante el Olympique de Marsella. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Una trayectoria efervescente

Pero es que si importante es llegar, todavía lo es más saber quedarse. Y vaya si lo hizo. Al compás de una elegancia impoluta, Jana lograba escalar con una soberanía sublime por todas las categorías inferiores del Barça hasta convertirse en uno de los puntales del filial de Jordi Ventura el curso anterior. Distanciada de falsas alabanzas que pudieran obstruir el trayecto, Jana impregnaba su huella la temporada 2015/2016 bajo las directrices de David Forcat en el Infantil-Alevín. Precisamente en Martorell, el municipio que la vio emerger, el escuadrón azulgrana conquistaba la Copa Catalunya con una goleada brillante frente al CE Sant Gabriel (10-1). Jana, partícipe del festín goleador con un tanto, clausuraba el curso a un nivel estratosférico tras ceñirse la tiara doméstica con pleno de victorias en todos los encuentros.

Acunada en una cantera de estilo tan marcado, Jana se manifiesta con decoro. Acostumbrada a jugar entre posesiones altas, Jana dota de amplitud la circulación del esférico. Dominando los espacios con clarividencia y habitando siempre el lugar preciso sobre el tapiz, la catalana aguarda en la banda para romper el envite del rival. Y ahí, cuando recibe el cuero en sus botas, es capaz de lanzarse como una velocista de fondo sobre la línea y destapar la pócima que aguarda dentro con sus centros mortíferos colgados al área.

Jana con el primer equipo. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Jana se ganaba a pulso la inclusión en la gira de pretemporada del primer equipo en 2018

Erguida como una lateral de la vieja usanza, el segundo año en el Cadete-Juvenil lanzaba a la catalana al gran escaparate. Tras redondear una temporada espectacular (2017/2018), Fran Sánchez solicitaba la presencia de la cantera en la gira de pretemporada en Estados Unidos con el primer equipo. Formando en el ‘once’ inicial en el primer ensayo ante el SoCal FC estadounidense, Jana saboreaba las mieles de un premio ganado con fuerza. La guinda del pastel llegaría ese mismo verano con la inclusión de Jana en la Copa Catalunya como una más del plantel de Fran Sánchez tras colgarse la medalla de campeona del torneo. El primero de muchos que aguardan en el horizonte.

Brotes de calidad suprema

Asesorada por Jordi Ventura y Miguel Llorente, la primera campaña de Jana con el Barça B (2018/2019) destapaba las virtudes de una lateral de apetito insaciable. Tanto es así que el fantástico Mundial Sub17 en Diciembre de 2018 le aupaba al Olimpo al proclamarse campeona del mundo con la selección española al derrotar a México en la final (2-1). Cosiendo la etiqueta de titular indiscutible, Jana tocaba el cielo Uruguay con una elegancia escandalosa que no pasaba inadvertida. Manteniendo la regularidad durante todo el torneo y haciéndose grande ante los focos, el mundo se descubría ante Jana, toda una promesa cada vez más real.

Jana y Claudia Pina homenajeadas tras ganar el Mundial Sub17. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

En un año de auténtico crecimiento la azulgrana alcanzaba la cúspide días después con el debut en partido oficial con el Barça Femení. Ante el Madrid CFF, Jana entraba en el minuto 69 en detrimento de Andrea Pereira para seguir escribiendo un nuevo capítulo en la historia del Femení. Sólo unos minutos bastaron a la canterana para regalar dos asistencias en los dos últimos tantos y cerrar el festín goleador (7-0), caligrafiando así el segundo debut más precoz desde la profesionalización de la sección en 2015. Además, Jana se convertía en la primera jugadora de la FCBEscola en llegar al primer equipo, un hito imborrable con apenas 16 años.

Jana en el momento de su debut ante el Madrid CFF. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

El 2018 se convertía en un año lleno de éxitos para Jana Fernández

Atesorando una conducción potente en carrera, Jana supera, desborda y gira sobre el rival con una facilidad explosiva. Lanzada contra la línea de fondo, el carril de La Masía lleva su nombre. Generosa en ataque y contundente en la zaga, un muro de contención se alza sobre sus botas. Esperando siempre el tiempo perfecto, interviniendo en el momento justo como un preciso reloj, Jana llega siempre en el momento exacto. Sin rifar un cuero que mima con sigilo, la canterana domina al rival desde la banda.

Con sólo 18 años, Jana Fernández acaba de firmar su primer contrato como profesional que la vincula, como mínimo, hasta 2023. La rúbrica del contrato supone una apuesta de futuro en el esquema del Barça Femení que asegura la continuidad de una flecha en la banda. Sin prisa, degustando cada paso en el camino, Jana mira con firmeza el verde del Johan Cruyff. Calidad y temple no le faltan para conseguir un anhelo fraguado en el tiempo.