A principios de la campaña liguera ya terminada se cuestionó de que si el Real Madrid se había reforzado bien en lateral izquierdo, pues un rendimiento irreconocible de Marcelo y el fichaje del Lyon parecía que no dejaban tranquila a la afición. Hay que sumarle también la salida de Sergio Reguilón que en la temporada pasada siempre que jugó de blanco cumplió y se ganó al respetable del Bernabéu.
La cesión de Reguilón al Sevilla coincidió con el momento de más dudas en la Casa Blanca, a pesar de ganar en Balaidos en el primer partido de La Liga con un aparente nivel aceptable de Marcelo, le siguieron dos empates a los de Zidane, con ambos laterales, uno en cada partido, lo que hizo que hizo que el debate se reabriera ya que en Nervión, Sergio Reguilón estaba cuajando buenos partidos y era el lateral indiscutible para Lopetegui.
París y Mallorca y como tocar fondo dos veces en poco tiempo
El criterio de Zidane se puso en duda más que nunca, en líneas generales, muy pocos estaban cumpliendo lo esperado, pero en lo que al lateral se refiere, Mendy en París salió muy tocado ya que aquel día los jugadores del PSG entraron por su banda muy fácil y el encuentro que acabó con un 3-0 en contra para el Real Madrid pudo haber sido perfectamente del doble. Un Mendy irreconocible sobre todo por los precedentes que dejó en el Lyon se hizo pequeño ante las internadas de los de Tuchel.
En Mallorca, más de lo mismo pero para Marcelo, aquel día el colista ganó al Real Madrid en el que puede ser el peor partido de la temporada para los blancos, de nuevo el brasileño salió tocado porque a penas pudo aportar tanto en la faceta defensiva, como en la ofensiva.
La Supercopa, un golpe sobre la mesa de Mendy
No fue de las competiciones más brillantes pero el equipo tras las debacles en Champions ante el PSG y en Liga ante el Mallorca empezó a coger una solidez defensiva que hacía tiempo que no se veía por Chamartín, los números lo abalan. En la Supercopa de España Mendy demostró ser el muro que el Real Madrid venía echando en falta en los últimos años, titular en la semifinal y en la final dejó claro que hay lateral para rato y que puede ser una opción fiable para Zidane.
Fue el clásico de Marcelo
El partido del año en La Liga, Madrid y Barcelona se midieron en el Bernabéu y dejó a Marcelo como a uno de los protagonistas en líneas defensivas y ofensivas, siendo un peligro constante y compenetrándose muy bien con Vinicius pudo haber metido en más de un lio a los azulgranas y de no ser por Ter Stegen incluso el lateral brasileño se pudo haber ido con un gol, pero su momento culmen llegó en una contra de los de Setién, cuando Messi encaraba la puerta de Courtois en solitario y de repente el ‘doce’ madridista le rebañó una pelota crucial que pudo haber cambiado la tónica del encuentro.
Gran nivel tras el confinamiento
Ambos han demostrado volver con las pilas cargadas, se han hecho con goles y asistencias, Marcelo anotó primero ante el Éibar con golpeó seco de tres dedos dejando uno de los goles de la jornada y Mendy hizo lo propio en Granada, arrancó y venció a Rui Silva con un tiro por toda la escuadra, además el francés asistió a Asensio en su regreso al fútbol. Zidane se asegura potencia, clase y veteranía con los laterales.
