El filial azulgrana llegaba a la gran final del playoff con las esperanzas por las nubes, tras superar las dos rondas previas de su cuadro del playoff, contra Valladolid promesas (3-2) y ante el Badajoz desde los once metros (1-1) 5-3 en penaltis. García Pimienta quiso dar continuidad a la alineación que tan buenos resultados le había dado en los anteriores dos encuentros del playoff, y volvió a repeter su once de gala, ante un Sabadell que iba a ser un hueso muy duro de roer.

Un Sabadell enérgico

El equipo azulgrana salió con Iñaki Peña en la portería, salvaguardado por una de las duplas de centrales de campeonato, Ronald Araújo y Cuenca, en el lateral izquierdo se encontraba el incansable Akieme y en el derecho, Morer. En la sala de máquinas no podía faltar el timón absoluto del filial culé, Monchu, protegido por Jandro Orellana en la medular, mientras que, jugando un poco más adelantado, Ilaix Moriba ponía la potencia en el verde. El tridente atacante lo formaban el velocísimo Konrad en el extremo zurdo, en punta Rey Manaj y el extremo derecho lo ocupaba Matheus.

El encuentro arrancó con un Sabadell avasallador desde el minuto uno, dejando claras las intenciones de presionar arriba al conjunto azulgrana, que se iba asfixiando en consecuencia de la buena presión adelantada que ejercía el equipo arlequinado. Lo que parecía podía ser un inicio en tromba puntual del Sabadell, se convirtió prácticamente en la tónica dominante de los primeros 20 minutos de juego. El FC Barcelona B consiguió, sin embargo, trenzar buenas jugadas y ocasiones de peligro en cuanto el balón pasaba del medio campo y tomaba rumbo a la meta de Mackay. A pesar de las llegadas esporádicas del conjunto dirigido por García Pimienta, el cuadro blanquiazul sorprendió teniendo el balón con posesiones largas, ante un equipo empeñado en hacer del balón su tesoro más preciado.

Brújula Monchu

Con el paso de los minutos, Monchu tomo las riendas del centro del campo del conjunto azulgrana, sacrificándose y saliendo de su zona para venir a recibir el esférico más atrás y así tener opción de conservar el balón sin rifarlo. Coincidiendo con los mejores minutos del Sabadell en la primera media hora del encuentro, llegaría el gol del FC Barcelona B, y no iba a ser otro el autor que el capitán Monchu. Con una falta botada desde el lateral del área y bastante alejada, consiguió hacer que el balón se envenenara, de tal manera, que ni el propio Mackay supo reaccionar a tiempo para sacar el balón del fondo de las mallas. Con el 1-0 en el marcador el Barça B se sintió espoleado y pudo salir de la presión que ejercía el Sabadell con relativa facilidad. El guion cambió al filo del descanso, cuando, de nuevo, el conjunto a las órdenes de Antonio Hidalgo tomó las riendas del choque, consciente de que necesitaba un gol para meterse en el encuentro.

Monchu ante el Sabadell. | Foto: Noelia Déniz
Monchu ante el Sabadell. | Foto: Noelia Déniz

El segundo tiempo iba a arrancar con la misma disposición sobre el verde de FC Barcelona y Sabadell, ambos equipos sin introducir ningún cambio. No iba a hacerse esperar el empate del conjunto vallesano, que tan solo un minuto después de arrancar el segundo periodo anotó el 1-1. Aleix Coch fue el autor del gol a la salida de un córner, que el FC Barcelona no defendió con los efectivos necesarios para evitar el remate del defensor arlequinado. Tras el empate, el partido se dinamitó y el FC Barcelona comprobó como el Sabadell quería aprovechar el momento de incertidumbre azulgrana. Sin embargo, el Barça se repuso del mazazo del 1-1 y consiguió llegar a la meta contraria creando ocasiones de peligro, como la de Ilaix Moriba, que con un disparo potente desde la frontal del área pudo poner de nuevo en ventaja al conjunto culé.

El Barça B, sin respuesta

Con el partido roto por completo, el Sabadell sería el conjunto que mejor sabría aprovechar esa faceta del juego, creando ocasiones de peligro tanto con jugadas muy bien trenzadas como con contraataques rápidos que cogían completamente desprevenida a una zaga azulgrana muy adelantada a consecuencia del empate. Ante la situación urgente de cambiar lo que estaba sucediendo sobre el verde, García Pimienta introdujo el primer cambio del FC Barcelona B dando entrada a Ludovic Reis por Matheus. El técnico azulgrana buscó, con la entrada de Reis, tener más el control del partido, que tenía un dominador claro: el Sabadell.

Mingueza ante el Sabadell. | Foto: Noelia Déniz
Mingueza ante el Sabadell. | Foto: Noelia Déniz

A 25 minutos para el final del duelo llegaría un contratiempo muy importante para los intereses del filial azulgrana, Araújo cayó lesionado tras una tarascada con un integrante de la zaga del combinado vallesano. El central uruguayo quiso continuar en el verde para probarse y dictaminar si podía seguir o no, fruto de la adrenalina del momento. Con Araújo aún renqueante, el Sabadell aprovechó el momento de debilidad azulgrana y consiguió darle la vuelta al electrónico, tras una jugada para enmarcar, que culminó Nestor Querol con una vaselina espléndida, a la que no pudo responder Iñaki Peña. Tras el tanto de la escuadra blanquiazul, Araújo fue sustituido por Mingueza, a causa de la lesión que se había producido minutos antes. Los últimos instantes del choque fueron vibrantes y absolutamente todos los integrantes de la plantilla azulgrana ocuparon posiciones muy adelantadas sobre el verde, dejando al Sabadell totalmente arrinconado en su área.

Fruto de la enorme presión adelantada que realizó el filial culé, llegó la mejor ocasión de la segunda parte para los locales. Akieme consiguió batir a Mackay, aunque posteriormente el gol fue anulado por fuera de juego posicional. Con el paso de los minutos, el Barça se deshizo en su intento de conseguir el ansiado empate y acumuló a demasiados hombres en campo contrario, hecho que propició que el conjunto dirigido por Antonio Hidalgo estuviera en varias ocasiones a punto de  sentenciar el encuentro. Finalmente la final se saldó con la victoria del Sabadell por 1-2, triunfo que selló el ascenso de un histórico a la División de Plata y que acabó con el sueño del filial del FC Barcelona de hacer historia tras tres años en Segunda B.