A tan solo dos días de que Felix Brych, colegiado encargado de dictar sentencia en el partido entre británicos y merengues, decrete el comienzo del encuentro de vuelta de los octavos de final entre el Manchester City y el Real Madrid, el escuadrón blanco volvió a ejercitarse con la premisa de llegar al 7 de agosto en un buen estado de forma que permita a los hinchas blancos, y a los propios jugadores, confiar en una nueva machada en la competición fetiche. Después de conseguir LaLiga Santander y de disponer de una semana de vacaciones (20-27 de julio) para recargar pilas, los integrantes de la primera plantilla completaron un nuevo entrenamiento en el que, como viene siendo la tónica habitual, primó el trabajo físico y con balón, dos aspectos fundamentales para tratar de someter al equipo citizen en el Etihad Stadium. Además, Zinedine Zidane contó con todos los jugadores a excepción de Mariano, quien continúa testando positivo en los test de COVID-19. El delantero catalán, aunque de ascendencia dominicana, sigue aislado en su domicilio sin presentar síntomas. 

Marcelo, lesionado en el último tramo de la competición liguera, estará disponible para el técnico francés después de dejar atrás los problemas físicos que pusieron en jaque su participación en los últimos encuentros del campeonato doméstico. Sin embargo y pese a ser uno más en los ejercicios diarios que el cuadro merengue está llevando a cabo, Sergio Ramos no viajará con el resto de la expedición a Mánchester al encontrarse sancionado por la cartulina roja que vio en el duelo de ida disputado en el Estadio Santiago Bernabéu. La ausencia del central español se erige como un factor determinante y a tener en cuenta, ya que había completado un final de Liga de ensueño con seis goles y una contundencia defensiva reseñable. 

Con la UEFA Champions League en el horizonte, los pupilos de Zinedine Zidane continúan su puesta a punto y lo hacen con ejercicios basados en el trabajo físico, con y sin balón. Asimismo, los efectivos del primer equipo blanco deberán desplegar su mejor fútbol sobre el verde del feudo británico con el objetivo de remontar el vuelo de una eliminatoria que, por el momento, domina el equipo comandado por Pep Guardiola gracias al 1-2 conseguido en el encuentro de ida. Capaces de cualquier gesta, el Real Madrid y su hinchada confían en someter al escuadrón inglés en lo que ya se ha convertido en un clásico de la competición europea por antonomasia. 

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