Con los entrenadores de las diferentes categorías inferiores ya definidos, la principal preocupación del Juvenil A del escuadrón blanco se reduce a realizar un buen papel en el regreso de la competición europea por antonomasia. Los pupilos de Raúl González Blanco, que continuará al frente del Real Madrid Castilla la próxima campaña, retornaron a los entrenamientos el pasado mes de julio con la premisa de llegar al choque ante la Juventus de Turín en un estado de forma óptimo que les permita imponer su ley sobre el césped del feudo suizo y, por consiguiente, avanzar a la siguiente fase de un renovado e innovador formato derivado de la compleja situación sanitaria que atraviesa el continente europeo en su totalidad. 

Los efectivos del Juvenil A prosiguen su puesta a punto a través de entrenamientos en los que se realizan sesiones de recuperación, trabajo físico, conducciones de balón, lanzamientos de falta directa y ejercicios para ganar resistencia; siendo, quizá, estos últimos los más importantes después del periodo de inactividad que todos los futbolistas del División de Honor han atravesado a causa de la pandemia mundial provocada por el coronavirus. En líneas generales y a tan solo siete días de que ruede el esférico sobre el terreno de juego de Nyon, los mirlos blancos continúan con la mira puesta en la Juventus de Turín, conjunto sólido, compacto y muy generoso en lo que a las ayudas se refiere, que será el primer escollo del escuadrón encabezado por Raúl. 

Además, el que fuera histórico delantero del cuadro vikingo, si la UEFA lo autoriza, podría contar con Juanma Hernández y Kenneth Soler, recientes incorporaciones para el Juvenil A y Real Madrid Castilla respectivamente. Por ahora, se desconoce si el técnico español dispondrá de dos armas ofensivas con desborde y olfato goleador; no obstante, cuenta en nómina con una larga lista de jugadores aptos y capaces de solventar el primer obstáculo en la conquista de la UEFA Youth League.