El FC Barcelona ha presentado en la tarde del miércoles al que será el nuevo técnico de cara a la temporada que viene. El hombre que presidirá el banquillo se llama Ronald Koeman y su nombre tiene un gran peso en la historia del club azulgrana.
El holandés viene para no pasar desapercibido en esta nueva etapa al frente de la expedición azulgrana, que no pasa por su mejor momento. El jugador que dio la primera Champions League al Barça vuelve para intentar remendar los últimos años de vaivenes en el club. Koeman se pone al mando del timón decidido a marcar él el rumbo.
Durante la rueda de prensa de su presentación ha demostrado tener las ideas claras de lo que quiere lograr en el Barcelona. No obstante, también ha reconocido que tiene una labor por delante que pasará por dar una nueva vida a muchos jugadores de la primera plantilla. Uno de sus quehaceres será charlar con Leo Messi para conocer los intereses y la intención del crack argentino de cara al curso que viene. La situación del astro tras la debacle ante el Bayern preocupa en Can Barça de forma mayúscula.
De forma cautelosa, Koeman prefirió no entrar en detalles de nombres que preguntaban los medios de comunicación y es por ello que supo salir del paso en varias situaciones delicadas. Así respondía el técnico holandés cuando le preguntaban por Luis Suárez: “Messi es diferente porque es el capitán del equipo, pero no voy a hablar de los jugadores. Primero quiero hablar con ellos. No voy a hacer por respeto a los jugadores”, señalaba de manera contundente.
Sobre las elecciones de marzo del próximo año comentaba: “Hay que poner energía en lo que está en tus manos. Lo único que puedo hacer es sacar resultados con el Barcelona. Sé que hay elecciones, pero yo puedo hacer lo que puedo hacer. Debo hacer mi trabajo. Si gano, el próximo presidente puede tener más duda y ojalá siga conmigo”.