Canterano del FC Sochaux, Mickaël Malsa llegó a coincidir en el equipo francés con nombres conocidos del fútbol español: Corchia (Sevilla), Prcic (ex Levante), Peybernes (Lugo), Bakambu (ex Villarreal) y Boudebouz (ex Celta/Betis). Sin embargo, las oportunidades que tuvo con Hervé Renard se pueden contar con los dedos de una mano, (tan sólo jugó 4 partidos) y el equipo a la postre perdió la categoría y bajo a la segunda división; dónde se encuentra en la actualidad.

Bélgica, Holanda y Grecia fueron los siguientes pasos, testimoniales, de un jugador que en 2018 aterrizó en España de la mano del Albacete. En el conjunto manchego tampoco consiguió asentarse; de la mano de Luis Ramis, Malsa disputó 5 encuentros como titular. La falta de confianza depositada en él, su periplo en el Albacete recoge un sinfín de partidos con minutos residuales, hizo que buscase acomodo en otro equipo, y vaya si lo encontró.

Con Andoni Iraola al mando del CD Mirandés, el joven mediocentro creció hasta límites insospechados en un sistema que favorecía enormemente a la proyección del francés. Pero, y ¿cuáles son las cualidades del jugador?. Malsa destaca por su buen posicionamiento en el campo, lo que le ha hecho robar una ingente cantidad de balones a los rivales, así como por una gran resistencia física (cualidad que escasea en el Levante ahora mismo). Cabe recordar que en los últimos meses de competición, en partidos cada dos o tres días, Mickaël ha disputado los noventa minutos; en comparación con los Melero, Radoja y compañía es para alabar teniendo en cuenta lo que hay en plantilla ahora mismo.

Su intensidad en defensa le ha jugado una mala pasada en distintas ocasiones puesto que ha sido uno de los más amonestados en la categoría de plata; diecisiete amarillas y una roja aparecen en su casillero. No obstante, en un sistema en el que encaja como anillo al dedo, Malsa se ha convertido en uno de los pivotes defensivos más destacados en la temporada 2019/20 de la Liga Smartbank, por lo que debemos concederle el beneficio a la duda y no matarlo antes de tiempo, pero conviene recordar, y subrayar, que Mickaël Malsa ha destacado sobremanera en un sistema defensivo, con la presión intensa y con transiciones ofensivas rápidas como principales banderas de un equipo que ha enamorado al espectador neutral a lo largo de la campaña en segunda. 

Parece que hablamos del Levante cuando detallamos algunas de las características del CD Mirandés pero ese Levante desapareció hace un par de años y tampoco tiene pinta de que vaya a volver, pronto seguro que no. En tiempos en los que desde la dirección deportiva no escatiman en gastos, un día invierto seis millones en un desconocido de la liga Suiza y al otro tiro diez por uno de la portuguesa, tras derrochar en salarios lo nunca visto, se acude con urgencia al mercado de la Liga Smartbank para acoplar jugadores puntuales en sistemas de juego totalmente distintos.

Mientras que Paco López se empeña en poner medios que defiendan con la mirada; igual te juega Campaña con Melero, que el sevillano con Bardhi, llega Malsa para dotar de 'equilibrio' a un equipo que ni tiene entramado defensivo, que ha renunciado a la presión intensa que tanto le caracterizó durante años y que colecciona mediocentros defensivos para calentar el banquillo de 'Orriols'.

Con Doukouré, Manzanara e incluso Vukcevic en la rampa de salida, desde la dirección deportiva del club valenciano confían más en los de fuera que en lo que hay en casa. Pepelu, perfil 'todocampista' como bien pueden ser Radoja o Campaña y que encaja a la perfección en el actual sistema 'granota' ha sido ninguneado hasta la saciedad y, aunque tenga un gran cartel, en Portugal destacan su buen hacer en el CD Tondela: 33 partidos, todos de titular, con dos goles y cuatro asistencias en su haber, todo apunta a que este año volverá a ser subestimado por Paco López y compañía. 

En unos días en los que se rescinden contratos, mientras que unos aplauden con los ojos vendados todo lo que dicen desde arriba otros se resignan y echan en falta tiempos mejores, unos años en los que a falta de calidad, no sobraban carácter y orgullo, atributos que se echan en falta en el Ciutat de València. Con una 'cortina de humo' bien definida, como bien es la cubierta del estadio, parecen quedar en segundo plano la no presentación de las camisetas, la falta de respuesta ante la campaña de abonos, la brillante planificación deportiva o las desorbitadas cifras salariales que manejan algunos jugadores; 'patatas calientes' que por el bien del club esperemos que tarden en explotar.