El vino, cuantos más años tenga, es más caro y sabe mucho mejor, y eso, a excepción del dinero ya que llega gratis, es lo que sucede con Jorge Molina, un delantero muy experimentado que a sus 38 años vivirá una segunda o tercera juventud jugando en el Nuevo Los Cármenes a las órdenes de un Diego Martínez que, poco a poco, y gracias a la predisposición de la directiva va confeccionando su grupo de guerreros que intentarán el asalto a Europa.

El alicantino comenzó su andadura en el fútbol en 2001 de la mano del CD Alcoyano, donde tan solo estuvo una temporada y concluida esta, se marchó al Benidorm CD, donde estuvo del 2002 al 2007 en dos etapas, ya que en la temporada 20004-2005 se marchó cedido al Gandía CF. Desde 2007 hasta 2009 dejó su andadura en el fútbol valenciano para recalar en el fútbol andaluz, concretamente en el Polideportivo Ejido, donde jugó 75 partidos y anotó 34 goles. Regresó al fútbol valenciano, más concretamente al alicantino, recalando en el Elche CF. Su paso por el club ilicitano fue efímero puesto que a la temporada siguiente fichó por el equipo donde dio sus mejores años como futbolista, el Real Betis. En el Betis jugó seis temporadas, cinco de ellas en la máxima categoría del fútbol español, donde debutó, precisamente, en el estadio de su nuevo club, el Nuevo Los Cármenes.

Con los béticos, Jorge Molina disputó competiciones europeas por primera vez en su carrera. Jugó con los verdiblancos 213 partidos entre Liga, Copa y Europa League, y anotó 77 goles. En 2016 puso rumbo a la capital española, más concretamente a Getafe, embarcándose en un proyecto capitaneado por José Bordalás para tratar de devolver al club azulón a la élite del fútbol español. Y no solo consiguió dicho objetivo, sino que además consiguió saborear competiciones europeas por segunda vez en su carrera al clasificarse con los madrileños y llegar a octavos de final, cayendo ante un Inter de Milán que solo se vio superado en la competición por el rey de esta, el Sevilla FC. Fue el capitán del conjunto madrileño, donde jugó 163 partidos y anotó 52 goles, segundo máximo goleador de la historia del Getafe CF en partidos oficiales. 

Ahora recala en el Granada CF de Diego Martínez, donde seguirá saboreando competiciones europeas por segunda temporada consecutiva, y tendrá como compañero en la punta de lanza a otro viejo rockero, Roberto Soldado.

Jorge Molina es ese tipo de delantero que Diego Martínez tanto anhela, un ariete de los de antes, rematador, con olfato goleador, un pícaro dentro del área que las aprovecha todas siempre que puede y que aguanta bien el balón de espaldas a portería, algo bastante necesario para el tipo de juego camaleónico del conjunto nazarí, que, poco a poco, está concluyendo su plantilla para la temporada más importante de su historia.