Óscar Rodríguez ha llegado al Sevilla procedente del Real Madrid por 13 millones de euros, aunque ha jugado las dos últimas temporadas en el Leganés. El centrocampista extremeño de 22 años llega al reciente campeón de la Europa League repleto de ilusión, sabiendo que llega a un gran equipo que le va a hacer crecer: "Vengo con muchísimas ganas de aportar lo máximo. Vengo a aprender, ya que sé que el club me va a dar mucho".

Fue preguntado sobre su posición y su papel en el Sevilla, ya que viene de un equipo donde su rol ha sido más ofensivo del que puede precisar el club hispalense. A esto, el talaverano respondió claramente: "Sobre todo vengo a ofrecerme al entrenador y al equipo". En cuanto a la competencia, aseguró que no lo ve como algo negativo, sino al revés.

Algo muy importante, según afirmó, para su llegada al Sevilla fue el contacto con Jesús Navas en la concentración con la Selección Española, con la que llegó a debutar. Le dijo que el club hispalense es un equipo familiar y muy unido, y frente a esto, Óscar alegó que " así es mucho más fácil a la hora de venir". También le ayudó Reguilón, quien aunque ya no es jugador sevillista (al menos por ahora) le habló bien del club y de la ciudad. El extremeño se mostró agradecido.

Como en todas las presentaciones, hablaron el presidente, Pepe Castro, y el director deportivo, Monchi. El máximo accionista del club se mostró ilusionado con la siguiente temporada y, sobre todo, con la final de la Supercopa de Europa frente al Bayern Múnich. Habló del protocolo para aquellos que quieran acompañar al equipo en Budapest, a los que va a intentar facilitarles el viaje para que puedan alentar al equipo en esa cita tan importante.

También habló sobre la posibilidad de ampliar el estadio o de construir uno nuevo, algo más complicado. Esta segunda opción es algo que aún ni siquiera se han planteado si se podría hacer. Supondría una gran inversión económica, tal y como afirmó: "Es una inversión bestial e influiría en la inversión de jugadores. Queremos ampliarlo y lo haremos en el momento más adecuado".

Se mostró enfadado, sin embargo, cuando se le sacó el tema accionarial, un tema que quiso dejar de lado para centrarse en el título que el Sevilla FC puede conseguir próximamente en la final de la Supercopa. Igual de tajante fue con el tema económico, por el que ha sido criticado también recientemente: "¿Alguien cree que tenemos un problema económico? Eso no lo cree nadie. Nosotros en la ventana de diciembre fuimos de los que más invertimos, ahora ya también lo somos y no hay que confundir".

Monchi, por su parte, contestó a sus preguntas de una manera más serena. Comenzó muy feliz, agradeciendo la medalla de la Ciudad de Sevilla para la que fue propuesto. La comunicación de este acontecimiento fue recibida con sorpresa por su parte e infinito agradecimiento a una ciudad que, aunque no sea la de su nacimiento, le debe mucho.

En cuanto al tema de fichajes, obviamente fue preguntado. En el tema de los laterales, más concretamente sobre Acuña y Reguilón, respondió de manera clara: "Acuña ya dije que estaba dentro de los parámetros que estábamos mirando, pero sin gestión alguna. No he hecho ninguna oferta para contactar con Sporting o con su agente, por lo que nada se ha podido complicar. En cuanto a Reguilón, ya dijimos que nos encantaría tenerlo aquí, pero es algo complicado porque hay muchos rivales fuertes económicamente contra los que es muy difícil pelear".

También fue preguntado sobre el cambio de tercio en el mercado sevillista, ya que este año no ha habido tantas salidas como de costumbre. En este sentido, comentó que este Sevilla ha asentado sus bases, y, con los pies en el suelo, hay que intentar configurarlas para dar un paso más. Por ello, afirma que la plantilla aún no está cerrada. Queda mucho tiempo para trabajar, pero en secreto, tal y como a él le gusta.

Finalmente, en cuanto a los que han llegado de cesión, se ha referido concretamente a Carlos Fernández, por quien ha recibido muchas ofertas, pero a día de hoy sigue siendo sevillista, al igual que ha hablado de otros jugadores como Gnagnon, Pozo o Bryan Gil, quienes han cumplido durante sus cesiones y ahora deben demostrarle a Lopetegui que están listos para jugar en su ambicioso proyecto.

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