Como Simeone repite hasta la saciedad "los hechos van siempre antes que las palabras".

En la vida, las palabras son bonitas, ilusionantes y transmiten esperanza para el que las recibe. Al emisor le da tiempo para cumplir las promesas que dicen sus palabras. Aunque pueden resultar peligrosas a la larga y tener efectos secundarios.

Desde que acabó la extraña pasada temporada, vemos como múltiples jugadores comenzaron a dar esperanzas a una afición falta de una gran temporada y que necesita volver a ver a su equipo competir al más alto nivel europeo.

La temporada pasada: transición. Bueno. Te lo pasamos Simeone. Esta debe ser de consolidación, de volver a mirar de tú a tú a cualquier equipo europeo y para esto se necesita tener clara la idea de juego que había en años pasados. Ser ese equipo aguerrido, intenso, presionante, contragolpeador y castigador de los errores rivales.

El primer paso, sin duda, es transmitir desde la directiva esas ganas de hacer un proyecto ambicioso a la afición.

Para ello se fichó a Yannick Carrasco, y si bien es cierto que ilusiona, no puede ser la única incorporación en un equipo que no tiene un delantero centro goleador y titular, que solo tiene un lateral izquierdo puro y que necesita un poco más de magia en la medular.

Gil Marín aseguró que "iban a haber tres o cuatro cambios como mucho". Y por ahora solo lleva el de Ivo Grbic (a Carrasco no lo cuento porque tenía ficha en el equipo el año pasado).

Faltan dos o tres, como mínimo.

El segundo paso recae en el equipo a la hora de reflejar lo que transmiten mediante sus palabras, con hechos. Desde el primer minuto del primer partido de pretemporada. Así lo hizo saber Stefan Savic en rueda de prensa:

"Quedan pocos días para cargas las pilas y para los retos que vienen. Nos esperan retos muy importantes y este trabajo será importante para afrontar el inicio de LaLiga y lo que nos espera en el futuro".

Sobre el grupo de trabajo: "Al grupo lo veo bien, motivado y con ganas. Tenemos ilusión por una nueva temporada. Será raro empezar sin público, pero estamos acostumbrados y esperamos que esta situación se resuelva pronto y podamos disfrutar de nuestro público".

Tercer paso... el tercer paso viene solo. El tercer paso es un comienzo de dinámica positiva que se retroalimenta entre la afición y los jugadores. Estos últimos empiezan a creer que son mejores y los primeros ya no lo dicen porque son de su equipo, sino porque de verdad piensan que pueden competir y ganar a mayores rivales. Por lo que se dejarán todo por unos jugadores que merecen la camiseta del Atlético de Madrid.

Hechos antes que palabras... hasta en el diccionario.