En el partido correspondiente a la segunda jornada de LaLiga,disputado en el Coliseum Alfonso Pérez, se vio a los jugadores de Osasuna mucho más preocupados por frenar los posibles ataques del Getafe, que de intentar generar e inventar algo diferente y con peligro.

Ya desde que se conoció el 11 titular, donde apareció Facundo Roncaglia en el lateral derecho por Nacho Vidal, se previó la intención de intentar contener los ataques del equipo rival. Lo cual, se puede considerar un error de alineación por parte de Jagoba, ya que pese a que Roncaglia es un jugador más defensivo que Nacho, este último es más rápido y tenía una mejor capacidad para frenar las arrancadas de Cucurella.

Aunque sí que es verdad, que durante los 10-15 primeros minutos y los últimos 10, se pudo reconocer un poco más al equipo que acostumbramos a ver la temporada pasada, el resto de los minutos, pasó a ser un equipo desapercibido, sin ideas, y con poca ambición, tanto por los jugadores como por el propio entrenador.

  • La primera parte

Durante la primera parte podemos salvar a algunos jugadores, que sí que es verdad que aunque no deslumbraron, cumplieron con su papel y rindieron de forma adecuada. Los dos jugadores más destacables en ese aspecto fueron Rubén García y Adrián López, a los cuales se les vio muy activos durante los primero 15 minutos, intentando cosas diferentes, tirando desmarques e intentando acercarse a la portería rival con peligro.

Djené en la disputa del balón con Roncaglia. Vía: Getafe CF
Djené en la disputa del balón con Roncaglia. Vía: Getafe CF
  • La segunda parte

En la segunda parte se vino el despropósito grupal, es decir, no solo de los jugadores sino también por parte del entrenador. Por parte de Jagoba, la reacción de los dos primeros cambios llegó tarde, ya con el 1-0 en el marcador, y con poca relevancia en el juego del equipo.

Por parte de los jugadores, se vio a un Aridane más impreciso que en la primera parte, y cometiendo fallos y faltas que poco ayudaban al equipo. Un Roberto Torres totalmente desaparecido en la segunda parte, y que además, siguió igual de impreciso que en la primera parte del encuentro.

  • El gol

Si bien es un gol que el Getafe por el juego desplegado en el verde no mereció, analizando la jugada del gol, se comprende que Osasuna sí mereció encajarlo. ¿La razón? Dos fallos garrafales, no dignos de jugadores de primera división, cometido el primero por Facundo Roncaglia y el segundo, y más clamoroso, por David García.

Facundo va a chocar con Cucurella, en vez de intentar robar el balón, por lo cual se acaba cayendo y dejando vía libre al jugador para realizar la jugada. Por otro lado, David García, en el momento en el que el balón pasa a Jaime Mata para meter el gol en las redes de los rojillos, no solo no hace el intento de despejar sino que además, agacha la cabeza pensando que el jugador no estaba habilitado.

J. Mata celebra el gol de la victoria. Vía: LaLiga
J. Mata celebra el gol de la victoria. Vía: LaLiga

Estos dos fallos, la poca fiabilidad mostrada por David García tras el confinamiento, y la poca confianza de Jagoba en Unai García, reabren la idea de si Osasuna necesita fichar un defensa central algo más fiable.