El conjunto de Míchel ha recibido un duro baño de realidad durante el encuentro contra el Cádiz FC. Los oscenses llegaban como favoritos tras haber hecho grandes fichajes a lo largo de la semana y tras haber logrado un punto de oro en Villarreal, mientras el Cádiz llegaba tras la derrota contra el Osasuna y sin haber firmado grandes incorporaciones más allá de Álvaro Negredo. El partido fue tremendamente insípido. Ninguno de los dos equipos propuso juego, ni ocasiones, ni nada que motivase a ver el partido. Sin embargo, algo está claro, los fantasmas del año pasado regresan a la SD Huesca. A pesar de todo, la derrota sirve para alertar de que se debe bajar de las nubes y reubicarse; el Huesca no es un club que va a luchar por Europa, pero tampoco está condenado al descenso.

Resumen del encuentro

El Huesca planteó su idea de juego desde un primer momento. Monopolizar el dominio del balón fue la consigna propuesta por Míchel para intentar rascar los tres puntos en el Alcoraz. De esta manera, el Huesca dominó totalmente esférico, llegando a alcanzar hasta el 80% de la posesión del partido; sin embargo, en el fútbol no gana quien más tiene el balón. Durante los primeros minutos, el Huesca tomó la iniciativa. Jugaba saliendo desde atrás mediante los centrales, abriendo a Mosquera y dando salida por el centro. Mientras, el Cádiz, a diferencia de los oscenses, trataba de jugar siempre por las bandas.

Tras un periodo de tanteo y de muchas imprecisiones, llegó la primera ocasión de los gaditanos, la cual terminaron aprovechando. El balón llega a los pies de Salvi en la banda derecha, quien pone el balón al área oscense. Andrés Fernández intenta atrapar el esférico, a priori sin problemas, sin embargo el bote termina despistándole, la pelota golpea en su rodilla y se le termina escapando de las manos. Finalmente, se termina quedando muerta en el área pequeña y Álvaro Negredo la introduce en el fondo de la red. El Cádiz ponía el 0-1 en el marcador en el minuto 10.

A partir de ahí, los locales entraron en pánico. La idea planteada desde el inicio se había disipado. Mucho toque entre Pulido, Siovas y Mosquera; pero nadie se ofrecía para crear superioridad en el medio del campo. Eugeni Valderrama y Juan Carlos Real no hicieron absolutamente nada de lo que tenían que hacer y, por consiguiente, ni a Mir ni a Okazaki les llegaron los balones. El único que parecía moverse por arriba con la intención de dar fluidez al juego fue David Ferreiro, quien se movió por toda la parte atacante solicitando pases. De esta manera, el escaso "peligro" oscense fue por su banda, sin embargo lo más peligroso fueron dos cabezazos de Rafa Mir tras dos jugadas a balón parado, pero se fueron muy desviados. 

Poco antes de llegar al descanso, el juego oscense había adquirido un ritmo muy lento. Se notaba la falta de intensidad que por lo general suele inculcar Mikel Rico. Mientras el Huesca quería jugar bonito, el Cádiz jugaba directo y hacía tres veces más daño que los locales. A partir de ahí, llegaron más imprecisiones y junto a ellas los reproches entre los jugadores. Pocos minutos después, el colegiado pitó el descanso y ambos equipos abandonaron el césped.

La segunda mitad fue más de lo mismo. Ni ocasiones ni juego por parte de ambos equipos. Míchel quiso cambiar el rumbo del partido introduciendo un triple cambio, dando entrada a Borja García, Sergio Gómez y Joaquín Muñoz; sin embargo nada cambió. El jugador más efectivo fue el del mediapunta recién llegado de Girona, el cual habilitó pases en la zona de medios y repartió el balón por la zona atacante. 

En el minuto 83, llegó la segunda oportunidad para los andaluces. Tras una gran contra de los visitantes, Malbasic se planta en la banda derecha, recorta a Maffeo y centra al segundo palo, donde está Pombo absolutamente solo para remata a placer. El Cádiz ponía el segundo y el Huesca no dejaba ninguna señal de que estuviese por la labor de levantar el encuentro.

Contra todo pronóstico, a los dos minutos, tras un córner, Mosquera dispara a puerta -el primer disparo a puerta oscense en todo el partido llega en el minuto 85- sin embargo, Cifuentes lo detiene. El VAR lo revisó dado que aparentemente el balón había entrado, pero terminó anulándolo por un fuera de juego previo de Jorge Pulido. El encuentro no tuvo nada más reseñable y llegó a su fin.

Las claves

  • Con la posesión no se gana en el fútbol

Míchel ganó en dominio, pero no en goles; que es lo que cuenta. La idea de jugar bonito es para los equipos que tienen la calidad suficiente como para hacerlo. En el fútbol se debe ser práctico, se debe andar sin florituras y se debe intentar marcar gol; da igual el cómo. Los goles feos valen tanto como los bonitos. Si un estilo de juego no termina de funcionar, se debe cambiar la estrategia. Es inadmisible que se llegue al minuto 85 sin tirar a puerta. 

  • El centro del campo oscense fue Mosquera

El partido y la lesión de Mikel Rico exigían a Jaime Seoane, sin embargo, parece que Míchel no confía en él. El técnico madrileño optó por alinear a Eugeni Valderrama y a Juan Carlos Real. Pero, como vimos durante la temporada pasada, estos dos jugadores no pueden jugar juntos. Mosquera se las tuvo que apañar solo durante gran parte del encuentro para intentar dar salida por el centro sin tener a nadie que le ofreciese ayudas. 

  • Vuelven los fantasmas del pasado

El Huesca vuelve a complicarse la vida, echando por la borda de forma tonta los partidos a los que debe sacar la máxima rentabilidad. Tras el gol, el equipo se derrumbó y no supo reponerse. Las imprecisiones llegaron acompañas de reproches entre compañeros; lo que volvió a demostrar que el vestuario no está cohesionado -aunque en Villarreal se pareció ver lo contrario-. 

  • ¿Okazaki y Mir jugaron?

La poca fluidez de los oscenses provocó que el esférico no llegase a la zona atacante. No pudimos ver ni a Mir ni a Okazaki. Solo pudimos ver al murciano en las acciones a balón parado, pero ni rastro del nipón. La poca aportación de Juan Carlos y Eugeni provocaron esta situación, la cual fue vital para el desarrollo del encuentro. 

  • No fue el día de Andrés

El santo falló, tuvo un gran error fruto de la mala suerte, que se convirtió en el primer gol de los visitantes. Además, en el segundo tampoco pudo alcanzar el centro de Malbasic, que terminó llegando a la cabeza de Jorge Pombo para poner el segundo. Se echó de menos la seguridad que brindó en Villarreal, en esta ocasión hasta en salida de balón se mostraba dubitativo. 

Las notas

  • Andrés Fernández (4): Blando. El guardameta no fue el que vimos en Villarreal. Prácticamente todo lo que tiraron los gaditanos a puerta acabó en gol. Dos fallos en los dos goles le sentenciaron.
     
  • Pablo Maffeo (4): Fallón. Maffeo iba una marcha por detrás de lo necesario. Su banda fue un enorme agujero que aprovecharon los visitantes. Muchas imprecisiones y muy poca aportación.
     
  • Jorge Pulido (6,5): Carácter. El capitán fue quien asumió el rol más destacable en la zona trasera del equipo. Dio salida sin complicarse y a la hora de defender estuvo correcto. En la segunda parte, ante la ausencia de peligro oscense, incluso se aventuró a atacar él mismo. 
     
  • Dimitrios Siovas (4): Nuevo. De más a menos. Empezó mostrándose fuerte y correcto, pero a medida que avanzaba el encuentro las carencias comenzaron a aflorar. Dos errores de colocación en los dos goles le han manchado el debut. 
     
  • Javi Galán (5): Desesperado. El de Badajoz fue un constante quiero y no puedo. Ante el no entendimiento con sus compañeros, no pudo hacer daño. Trenzó una buena jugada con Ferreiro, pero no terminó siendo nada. 
     
  • Eugeni Valderrama (3): Terrible. No aportó nada al juego. Cuando el balón recaía en sus pies, la mayoría de las veces terminaba en pérdida. No demostró tener nivel para primera división. 
     
  • Pedro Mosquera (6): Necesitado. La falta de Mikel Rico a su lado se notó. Tuvo la misión de sacar el balón él sólo ante la desaparición de Juan Carlos Real y Eugeni. En tareas defensivas estuvo correcto. 
     
  • Juan Carlos Real (3): Torpe. Vimos al Juan Carlos Real que vimos en segunda. El mismo que se lía él solo cuando tiene el balón en los pies, el que recibe en el área contraria y conduce hasta la suya propia. Muchas pérdidas y ninguna ayuda. 
     
  • Rafa Mir (4): Incapaz. Prácticamente no le llegó el balón, y cuando lo hizo le frenaron a base de patadas. Fue el único delantero que hizo algo, dos cabezazos que se marcharon fuera por bastante.
     
  • Shinji Okazaki (3): Nulo. No tocó el balón y no se le vio. Tampoco vino a recibir ni se desmarcó. Mal partido del nipón.
     
  • David Ferreiro (6): Honor. Ferreiro, al igual que Galán, fue otro quiero y no puedo. Lo intentó de todas las maneras posibles, se movió por todo el campo, bajaba a recibir, pero no hubo manera. 
     
  • Sergio Gómez (3): Mal. Salió en la segunda parte con 40 minutos por delante. El joven jugador catalán no hizo nada bien, no fue su día. Fue el Sergio Gómez que vimos durante la recta final de la temporada pasada. 
     
  • Borja García (6): Motivado. El recién fichado mostró ganas. Se movió con y sin balón, se ofreció tanto como él ofreció a los demás. Dio fluidez al juego en la segunda parte. Será importante para Míchel de aquí en adelante. 
     
  • Dani Escriche (-): Salió en el minuto 73' y no le dio tiempo a demostrar nada. 
     
  • Joaquín Muñoz (4): Protestón. Salió con el triple cambio del minuto 53', no demostró ni aportó nada nuevo a los locales y solo se limitó a protestar al juez de línea. 

Ficha técnica

SD Huesca: Fernández; Maffeo, Pulido, Siovas, Galán; Valderrama (Gómez 53’), Mosquera, Real (García 53’); Mir (Muñoz 53’), Okazaki y Ferreiro (Escriche 72’)

Cádiz CF: Cifuentes; Carcelén, Cala (Fali 45’), Mauro, Espino; Alex Fernández, José Mari (Augusto Fernández 43’), Jonsson (Bodiger 45’), Pombo; Negredo (Malbasic 68’) y Salvi (Alejo 80’).

Goles: 0-1, Negredo (10'). 0-2, Pombo (83').

Árbitro: Soto Grado. Amarilla Pulido 15’, Cala 28’, Ferreiro 48’, Espino 57’, Pombo 62’ y Siovas 75’.

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