Los partidos de fútbol duran 90 minutos más el alargue del colegiado. Y para ganarlos, hay que jugar al máximo nivel durante todo el choque. Algo que los jugadores del Valencia parece que no han llevado a la práctica en las dos jornadas de liga que ya se han disputado.

Uno de los principales problemas detectados en este momento tan temprano de la competición es que los comienzos de partido se le atragantan al conjunto che. Y quedó claro desde el primer minuto de partido frente al Levante en el derbi de la primera jornada. Para cuando ya habían pasado los primeros 60 segundos, ya se encontraban por debajo en el marcador. Una premisa que Javi Gracia querrá cambiar a toda costa desde el partido frente a la SD Huesca.

Sin embargo, el equipo se rehace con el paso de los minutos. Como demostró frente al Celta, comenzó a dominar el encuentro, plantándole cara al conjunto celeste sin imponerse del todo. Frente a los de Paco López, los jugadores valencianistas también se levantaron tras los dos mazazos que cayeron como goles devolviendo sendos tantos antes del paso por los vestuarios.

La mano de Gracia en el descanso

Ante todos los desajustes que presenta el equipo en los primeros 45 minutos, el técnico navarro aprovecha los minutos del descanso para ordenar a sus jugadores. En el derbi, mostraron una cara totalmente distinta a la del primer tiempo, siendo un equipo muy ordenado que  casi no concedió ocasiones y fue capaz de darle la vuelta al resultado gracias a los cambios introducidos por el entrenador.

En la segunda mitad del partido de Balaídos, la reacción se vio a los pocos segundos con el gol de Maxi Gómez frente a su antiguo equipo, pero se vio frenada por la polémica falta pitada de Esquerdo que dio paso al gol de la victoria de Iago Aspas.