La de este domingo ante el Villarreal CF será la primera prueba de fuego del nuevo Fútbol Club Barcelona de Ronald Koeman. Tras la debacle de Lisboa, ha llegado la esperada remodelación en forma de salidas, pero sobre todo con la ilusionante llegada del técnico holandés, que espera resucitar a través de sus pupilos el espíritu cruyffista que tanto se anhela desde el entorno culé. Para ello, el que fuera entrenador de Valencia, Everton y la selección holandesa ha asentado desde el primer día unas bases muy claras que ya se han hecho evidentes en el rodaje de su equipo en esta escueta pretemporada y que van a resultar esenciales en el transcurso de la campaña.

Del 4-3-3 al 4-2-3-1: los cambios de Koeman

Como primera premisa del cambio que busca y necesita el conjunto blaugrana, Koeman ha tocado el dibujo, inamovible desde hace varios años. Con el fin de sacar el mayor provecho a las nuevas incorporaciones, como Miralem Pjanic, Pedri o el regreso de Philippe Coutinho, el neerlandés ha optado por prescindir del clásico 4-3-3 para dar cabida a un 4-2-3-1 al que los futbolistas ya han empezado a acostumbrarse. Con el objetivo de dar más movilidad y dinamismo al juego de los suyos, y más protagonismo a la figura del "9" que recogerá Antoine Griezmann, Koeman ha plasmado desde el primer minuto este esquema táctico sobre el césped.

Pese a variar en el dibujo, el nuevo entrenador del Barcelona no arriesgará en el principal dogma del barcelonismo de los últimos años, como es la confianza en Leo Messi. El argentino es y seguirá siendo el centro del equipo, aunque este año más que nunca, se le pretende acompañar lo máximo posible en sus funciones. Koeman otorgará total libertad al "10" para que saque provecho de su varita mágica, pero basará sus esperanzas en el conjunto de un equipo rejuvenecido. Son precisamente los jóvenes los que deberán dar un paso adelante con el entrenador holandés, pues el propio Koeman ya ha dicho en más de una ocasión que ellos serán el motor de su nuevo Barça.

Ansu Fati, Pedri, Trincao, Aleñá y compañía pasarán a tener un papel más protagonista para dar el relevo a futbolistas de la talla de Sergio Busquets o Gerard Piqué, que a su vez serán fundamentales para seguir entendiendo a este Barcelona. Además, el técnico blaugrana espera recuperar la mejor versión de jugadores como Coutinho u Ousmane Dembelé, que pasaron a un segundo plano a causa de las lesiones.

A la espera de futuribles fichajes que puedan sonar tras las salidas de Ivan Rakitic, Arturo Vidal, o la más reciente de Luis Suárez, el Barcelona se ha reforzado con perfiles jóvenes que cuadran con lo que busca Koeman para su equipo. Entre ellos destacan las incorporaciones de Francisco Trincao o Pedri, ambos avalados por su calidad, que encaja perfectamente en el estilo culé. Por su parte, el centrocampista bosnio Miralem Pjanic llega con el fin de aportar experiencia al centro del campo y a suplir con creces el paso de Arthur Melo por la medular del Camp Nou.

Estas son algunas de las claves del nuevo engranaje del Fútbol Club Barcelona, que tras una temporada para el olvido volverá a ponerse en marcha para redimirse. La primera parada, el Villarreal más ilusionante de los últimos tiempos, que con llegadas de renombre espera aguar el estreno culé en el Camp Nou.