Benjamín Garay abandona La Fábrica después de diez temporadas en las que se ha desarrollado como futbolista, pero también como persona. Un ciclo exitoso, que concluye con un desenlace amargo en el que el zaguero argentino no ha logrado disputar ningún minuto con el filial merengue, pese a contar con la confianza del club. En la misma línea y como consecuencia de su escasa participación en la UD Melilla la pasada campaña, el defensor nacido en Rosario no regresará a enfundarse la elástica blanca, pasando a ser nuevo jugador de Unionistas de Salamanca, equipo en el que ya militó un viejo conocido de la cantera vikinga como Diego Hernández. De esta forma, el ex-jugador del Real Madrid desembarca en un renovado e ilusionante proyecto, convirtiéndose en el decimoquinto fichaje del conjunto salmantino de cara a la temporada 2020/21. 

Benjamín Garay despertó el interés de numerosos equipos que militan en la categoría de bronce española, incluso del filial del Valencia CF, emulando -salvando las distancias- la trayectoria de su hermano, Ezequiel Garay. Sin embargo, el futbolista argentino, a sus 20 años, emprende una nueva aventura en las filas de Unionistas de Salamanca, conjunto que presenta un proyecto renovado en el que los jóvenes fichajes dispondrán de un protagonismo superlativo, aspecto fundamental para el ex-mirlo blanco, luego de no disfrutar de minutos y oportunidades la temporada pasada en las filas de la UD Melilla. 

Tal y como reza el comunicado oficial vertido por Unionistas de Salamanca CF, Benjamín Garay "destaca por su buena salida de balón, su dominio del juego aéreo y su contundencia defensiva". En la misma línea y atendiendo a los atributos que posee el nuevo rostro de la entidad salmantina, el futbolista formado en La Fábrica también puede desempeñar su labor en el lateral derecho, puesto que cuenta con un primer paso veloz, que le permite recorrer la banda en numerosas ocasiones, convirtiéndose en un elemento diferencial. Asimismo, emerge como un valor seguro en las jugadas ensayadas, interpretando a la perfección las carencias defensivas del rival.